Tres fallos de localización en 12 meses fue el principio del fin para el que fuera subcampeón del mundo de 5.000 metros en 2023.
Los atletas deben estar disponibles en todo momento para controles antidopaje sorpresa, y en caso de algún cambio de ubicación habitual deben comunicarlo para que pueda ser encontrado. Si no es el caso y los inspectores antidopaje no pueden realizarle los controles que requieren, es cuando llega la suspensión.
En principio, la Unidad de Integridad de Atletismo (AIU), lo suspendió en febrero de 2024 por dos años, pena que fue aumentada después de que el mismo Katir admitiera haber falsificado una tarjeta de embarque para simular que estaba de viaje en uno de los intentos de localizarle.
Al final, por cometer una violación de las normas antidopaje, la sanción que se le impuso el pasado 11 de diciembre fue de cuatro años de inhabilitación, descontando los 10 meses que ya llevaba sin poder competir.
Mohamed Katir recurrió ante el TAS, como también World Athletics, en su caso para aumentar un año más de los cuatro, pero finalmente el más alto Tribunal del Deporte ha mantenido el castigo por, entre otras, manipular intencionalmente documentos relacionados con el proceso de control de dopaje.