Sergio de Larrea completó, quizás, su mejor partido con España, al menos en cuanto a números se refiere. Aunque empezó tímido, sin mirar a canasta como durante casi toda la preparación, el del Valencia Basket acabó siendo el máximo anotador con 14 puntos, con 4/7 en triples.
Sin embargo, falló cerca del aro (1/3 T2), repartió solo dos asistencias, perdió dos balones, no recuperó ninguno y nunca pudo en defensa con el citado Schroder. 'Larry' será el base titular en el Eurobasket, pero debe madurar más rápido aún, sacar ventaja física de su altura (1.97, según la FIBA) ante rivales más bajos y ser más agresivo en ambos lados de la pista.
La debilidad de Saint-Supéry
En todo caso, quien peores sensaciones dio fue Mario Saint-Supéry. El malagueño tenía el hándicap de haberse perdido varios días por unas molestias físicas y se le vio fuera de forma y muy superado. Animado por sus compañeros, apenas estuvo siete minutos en cancha en los que no miró al aro, perdió un balón y no ofreció la versión dada el pasado curso en Manresa y que le ha abierto las puertas de la NCAA con un millonario contrato.
El Principito parte como segundo base, pero Scariolo probó a Brizuela en ese rol durante varios minutos. Tampoco Darío estuvo fino en el tiro, pero su energía y agresividad en ataque sí que contagió a sus compañeros, viéndose los mejores minutos de España ante Alemania. La Mamba Vasca apunta a ser el que ejerza como director de juego en los momentos delicados del campeonato de Europa.