Centro de estadísticas del España-Bosnia
Que desde la gira de amistosos había pocas expectativas con esta España es una realidad, pero el combinado nacional acostumbra a ofrecer su mejor versión cuando más falta hace. Lo ocurrido el pasado jueves fue un mazazo. Georgia, con Shermadini y Shengelia como principales argumentos, se presentaba inferior y venció de forma holgada a un plantel que no supo reaccionar en el tramo decisivo.
Este sábado, contra Bosnia, sin el exmadridista Musa, Jusuf Nurkić acaparaba todas las miradas. El pívot de los Utah Jazz tiene una dilatada trayectoria en la NBA e impuso su imponente físico a Chipre en el estreno: 18 puntos, seis rebotes, dos recuperaciones y una asistencia. Había que vigilarlo de cerca, pero sobre todo, había que mirarse el ombligo propio, empezando por un cambio radical de actitud.
Y la cosa no empezó nada bien, con los tres primeros tiros, tres triples, errados por La Familia. Se notaban los nervios hasta que Pradilla sumó desde la línea de personal y Aldama anotó desde el 6.75. El canario, esperado líder de la nueva generación, por fin tomó las riendas. Firmó ocho puntos consecutivos para dar la primera ventaja. La entrada de Brizuela terminó de dar el empujón que España necesitaba y con otro tiro exterior de la Mamba vasca sobre la bocina se llegó al final del primer cuarto con 24-16.
La dinámica, con la selección en zona, y anotando más triples, hasta siete, fue a mejor aún (35-20, min. 15). Todo lo contrario que un rival que no daba una (0/9 T3). La diferencia llegó a ser de +18, pero al descanso se llegó, tras un triple de Robertson, el primero de los balcánicos, con 44-30. Que no estaba nada mal. Como los números de Aldama, 16 puntos en 11 minutos (3/5 T2, 3/4 T3, 1/1 TL, 4 rebotes).
El partido, sin embargo, aún había que ganarlo. Y se hizo con cuatro triples seguidos, uno de Aldama y Brizuela y dos de Parra, para alcanzar el +22 (56-34). A la fiesta se quisieron sumar los Hernangómez, especialmente Willy, para poner un +28 que se quedó en tres menos antes de encarar el último período (72-47).
Ahora sí, con el triunfo en el bolsillo, minutos para sumar a la causa a Juancho, a De Larrea, a Puerto, a Sima, a López-Aróstegui y compañía. Importaba la diferencia porque cada punto cuenta en el torneo, pero también darle confianza al resto del banquillo español. La máxima renta llegó a ser otra vez de 28, pero finalmente el electrónico marcó un 88-67.