Los Lakers se llevaron una victoria (106-108) más peleada de lo esperado de la cancha de los Jazz gracias al buen hacer de Luka Doncic, autor de 33 puntos, 11 rebotes y ocho asistencias.
LeBron James terminó con 17 tantos y estuvo 34 minutos en pista en su segundo partido de la temporada, después de su debut en otro triunfo ante la franquicia de Utah.
El equipo angelino ha arrancado el curso mucho mejor de lo que se esperaba dada la ausencia de LeBron en el primer mes.
Su balance es de 12 victorias y cuatro derrotas, solo superado por los dominantes Oklahoma City Thunder, y las expectativas van al alza a medida que L. James le tome el pulso a la temporada 23 de su carrera, récord de longevidad en la NBA.
"Esta semana fue como mi campamento de pretemporada, para ser honesto", apuntó el astro. "No tuve la oportunidad de practicar con los chicos en absoluto y todavía estoy trabajando para volver", indicó.
A pesar de la satisfacción general, el siempre perfeccionista Redick no sacó pecho ante la prensa de las 10 victorias en los últimos 12 encuentros, sino que abordó las carencias de su equipo en facetas cruciales como el tiro exterior.
"Lanzar con confianza", dice Redick
"Le dije a los chicos después del partido que literalmente somos uno de los peores equipos en el tiro. Y yo no creo que seamos eso. Tenemos que lanzar con confianza", demandó el entrenador, que fue un reputado triplista como jugador.
Consumido el 20% de la fase regular, los Lakers son el último de los 30 equipos en triples anotados por partido (10,9) y el 24º en porcentaje de acierto (33,8%).
Ante los Jazz terminaron con una serie de 10/38 (26%), con el astro de 40 años fallando sus cuatro intentos y Doncic anotando tan solo tres de 12 lanzamientos.
"Conseguimos una victoria. Eso es lo único que importa", recalcó el esloveno tras el apretado triunfo, en el que levantó de sus asientos al público de Salt Lake City con acciones espectaculares como un autopase por debajo de las piernas de Kevin Love y un alley-oop posterior para Jaxson Hayes.
