En el espacio de unos pocos minutos en la mañana del martes, los Milwaukee Bucks han servido en bandeja dos grandes movimientos.
En primer lugar, se aseguraron el fichaje de Myles Turner, que jugó un papel crucial en la carrera de los Indiana Pacers hasta las Finales de la NBA.
A pesar de la retórica de los de Indianápolis de no tener miedo a pagar mucho para volver a ficharlo, la grave lesión de Tyrese Haliburton sin duda cambió las cosas, y la oferta que le hicieron fue baja.
Como resultado, ha firmado por los Bucks por cuatro años y 109 millones de dólares (92,6 millones de euros).
Lillard y su tendón de Aquiles
Pocos minutos después, Milwaukee anunció que Damian Lillard iba a ser cortado. La famosa cláusula de estiramiento se utilizará para pagar los 113 millones de dólares (96 millones de euros) restantes de su contrato en cinco años, en lugar de dos.
Después de dos temporadas, por tanto, dejará Wisconsin, y tendrá que afrontar una larga temporada baja debido a una rotura del tendón de Aquiles sufrida durante los playoffs.
En el espacio de unos minutos, la trayectoria de los Bucks cambió por completo. Probablemente lo suficiente como para convencer a Giannis Antetokounmpo de que se quede...