Parece que el mundo del deporte está sufriendo una fuerte amenaza a sus cimientos por parte de China. El gigante asiático habría logrado, según una investigación de las citadas fuentes, hacerse con datos del software de las diademas electrónicas FocusCalm por medio de un trabajador de su gobierno.
Dicho artilugio es cada vez más utilizado por deportistas de élite, dado que les permite entrenar su mente y concentrase, a la par que arroja datos de sus ondas cerebrales, los cuales emplean con la finalidad de estudiarlos en por de la mejora de su rendimiento.
La investigación, que se ha desarrollado a lo largo de seis meses, señala que algunos de los objetivos son los tenistas Jannik Sinner e Iga Swiatek, el piloto de Fórmula 1 Charles Leclerc, la esquiadora Mikaela Shiffrin, varios de los equipos olímpicos italianos y algunos futbolistas del Manchester City, aunque no dan nombres.
Al parecer, estos dispositivos y otros similares son habituales en las aulas del territorio cihino, utilizándose con el objetivo de recabar información de los alumnos y sacarles el máximo provecho.
El caso es que, según Hunterbrook Media y Pablo Torre Finds Out, BrainCo, empresa encargada de fabricar las diademas, es una start-up fundada en Harvard, pero que posteriormente se trasladó a China. Además, estaría financiada de forma secreta por parte de entidades vinculadas al gobierno chino y relacionadas con empresas de robótica dedicadas a entrenar a los supersoldados del futuro.
Parece de película, pero el mundo del deporte occidental está muy preocupado con el asunto.