A principios de este mes, el exequipo de la Eredivisie perdió su licencia profesional por decisión de la KNVB, tras años de socavar de manera sistemática el sistema impuesto por el citado organismo.
La decisión del tribunal civil neerlandés de respaldar la medida de la KNVB provocó que el Vitesse desapareciera oficialmente del fútbol profesional en Países Bajos. Probablemente, el club de Arnhem continuará en las categorías amateurs y ha manifestado que ahora quiere dar prioridad a su academia juvenil.
"Nuestros hijos están siendo retenidos como rehenes"
Sin embargo, los jugadores del primer equipo están abandonando el club en masa, ya que la KNVB les permite salir con la carta de libertad. Ante la posibilidad de que los jóvenes talentos también sean tentados por otros clubes, los padres de los jugadores de la academia han enviado una carta abierta urgente a la KNVB. El título es el siguiente: "Padres de jugadores juveniles de Vitesse exigen claridad inmediata: nuestros hijos están siendo retenidos como rehenes".
"Nosotros, los padres de los jugadores juveniles de Vitesse, estamos muy preocupados por el futuro de nuestros hijos desde la retirada de la licencia profesional. A pesar de las promesas previas, aún no hay acuerdo sobre la posibilidad de que puedan fichar por otro club," afirman en el texto.
A diferencia de los futbolistas profesionales, los juveniles ya no pueden cambiar de club, ya que su periodo de traspasos ha finalizado. Dependen de una exención de la KNVB, pero la institución solo está dispuesta a concederla cuando haya más claridad sobre un posible reinicio de Vitesse en el fútbol amateur y sobre el futuro de la academia.
"Vitesse afirma que los jugadores pueden marcharse libremente, mientras que la KNVB dice que está esperando a Vitesse. En la práctica, esto significa que los niños –algunos de tan solo 12 o 13 años– están atrapados en un limbo administrativo. No pueden continuar con su formación, y su desarrollo se ve frenado cada día", argumentan.
Los padres subrayan que la situación les afecta a ellos, a sus hijos y a sus familias a diario.
"Llevamos semanas con tensión, las vacaciones se han visto empañadas y la vida cotidiana está completamente marcada por la incertidumbre. Además, todo esto también tiene graves consecuencias para el colegio: algunos niños se ven obligados a cambiar de instituto, mientras que el curso escolar en Arnhem ya ha comenzado esta semana", exponen.
Los padres se sienten abandonados
Además, los padres señalaron que la situación es mucho más grave de lo que se ha comentado: "Queremos desmarcarnos de la imagen que se ha dado en los medios de que los padres comprenden esta situación o apoyan al Vitesse. Eso no es cierto. Nos sentimos abandonados y maltratados por las organizaciones que deberían asumir su responsabilidad.
"Por eso, instamos a la KNVB y al Vitesse a que den claridad de inmediato y faciliten el traspaso de nuestros hijos. Cada día de retraso es un día de más", concluyen en un contundente comunicado.