Hay carreras, especialmente en circuitos urbanos, donde la salida es lo más importante. O lo único. Lo que pase ahí, en esas primeras curvas, supone un dibujo casi idéntico de cómo quedará la clasificación final. Singapur es de esos trazados, por lo que se esperaba muchísima tensión y lucha entre los pilotos, sobre todo los de delante. Y vaya sí ocurrió.
No con Russell, que defendió sin problemas su pole ante Verstappen, sino justo detrás, en ese duelo fraticida entre los McLaren. Norris, que salía quinto, fue muy agresivo y le dio un toque a Piastri, que era tercero y se quejó a sus jefes sin éxito de la maniobra de su compañero, que le dejó con el alerón algo suelto. El Mundial de pilotos está en juego y cualquier acción puede decantar la balanza hacia uno u otro. Pero las papaya rules permitieron esa batalla que pudo tener terribles consecuencias.
En esa misma primera vuelta, Alonso adelantó dos puestos y aunque luego cedió una con Hadjar, algo después consiguió de nuevo adelantarlo para estabilizarse en la octava posición. Sainz, por su parte, no encontraba ritmo con su Williams desde la parte trasera del pelotón. Paciencia le pedían en su equipo.
Ay, la pistola de Aston Martin
Con las diferentes estrategias de gomas blandas y medias, los de arriba se quedaron como estaban, con Russell liderando la prueba con margen suficiente con Verstappen, y Norris por delante de Piastri. Alonso, que había aguantado 29 vueltas con el mismo neumático blando, perdió dos posiciones reales en un desastroso pit stop, donde se quedó atascada la pistola.
Unas vueltas después, el ovetense gritaba en la radio: "Trofeo para el héroe de la carrera", tras adelantar en una maniobra genial a Hadjar. Luego haría lo propio con Bearman para recuperar los dos puestos perdidos en el box. También adelantó a Sainz, que todavía no había parado y aguantó 51 vueltas con el mismo compuesto esperando algún coche de seguridad. No pasó y cuando cambió ruedas salió 15º.
Emoción al final y premio para Carlos
Por delante, con la victoria garantizada de Russell, Verstappen se quejaba de problemas con las ruedas traseras, lo que permitió a Norris acercarse peligrosamente. A 15 vueltas, ya tenía el inglés el DRS para adelantar al neerlandés. Pero fue incapaz y el podio quedó como estaba. Quien sí lo hizo para ponerse quinto fue Antonelli a Leclerc, que recibió la orden de Ferrari para dejar pasar a Hamilton. El inglés falló en su caza a Antonelli y devolvió la posición al monegasco tras quedarse literalmente sin frenos. Casi lo pilla Alonso en la última curva, quien pidió que descalificaran a su íntimo rival por conducir el coche en semejantes circunstancias.
El último cambio en la zona noble fue el de Carlos Sainz, que remontó hasta la 10ª plaza para sumar un punto. Qué digo punto, puntazo, tras salir 17º.
McLaren, cuya carrera pudo acabar en desastre, se llevó con los puntos de hoy el Mundial de constructores.