El mundo del ciclismo mira con preocupación a España por todo lo que está aconteciendo en los últimos días: el martes llegó el caos y los profesionales ya avisaron de que no correrán si se vuelve a poner en peligro la salud de alguno de los participantes -como le ocurrió a Javier Romo, del Movistar Team, esta misma semana-. Además, la propia organización se ha visto obligada a reforzar la seguridad para sus etapas en la capital del país.
Las autoridades tuvieron que realizar estos arrestos porque dos individuos saltaron las barreras de seguridad que rodeaban el recorrido de la contrarreloj, donde decenas de personas se concentraron una vez más. A pesar de todas estas circunstancias, los ciclistas pudieron completar una nueva etapa.
La situación era compleja este jueves, ya que la modalidad de la prueba dejaba mucho más expuestos a los corredores, de ahí que se tomara la mencionada medida. Y este contexto se presentaba como una gran oportunidad para los manifestantes más conflictivos, dispuestos a boicotear la cita mientras siga el Israel-Premier Tech.
Pese a que en lo deportivo no se esperaban grandes novedades, hay un par de aspectos a destacar: la victoria del italiano Filippo Ganna (13 minutos exactos tardó desde el inicio hasta la meta) y el buen hacer del portugués Joao Almeida, quien fue capaz de recortar hasta 10 segundos al danés Jonas Vingegaard.