Centro de datos del Sporting de Lisboa-Arsenal
El Sporting tenía buenos recuerdos recientes contra equipos ingleses. El Manchester City visitó Alvalade y fue derrotado con una goleada de despedida de Rúben Amorim durante la última jornada.
Hacía falta audacia para volver a sorprender a los gunners. Primero porque al Sporting se le ve con otros ojos, por lo que viene haciendo en la Liga de Campeones (era segundo al inicio de la jornada), pero también porque el equipo de Arteta tenía una sed de revancha que se notó desde el principio, en la forma de jugar e incluso de celebrar a medida que iban marcando goles.
Odegaard, qué alivio que volviste
Con Odegaard, el Arsenal volvió a su mejor nivel. El Sporting, por su parte, mostró una versión de sí mismo que no era habitual en la Liga de Campeones. Nerviosos al principio, los locales cometieron errores en la salida y la intranquilidad resultó ser la fruta prohibida ante un equipo que sabe jugar con las emociones. A los siete minutos, un mal despeje de Franco Israel permitió a Martinelli marcar de cabeza el primer gol y pedir silencio en Alvalade.
Otro partido acababa de empezar
El Arsenal jugó con ventaja, no se apresuró y practicó el juego corto que le gusta y que sabe hacer, sobre todo cuando el número ocho noruego está en el campo. La reacción del Sporting parecía positiva, pero los leones volvieron a dejarse llevar por sus emociones y mordieron el anzuelo. De nuevo por la banda derecha, donde Saka era un constante quebradero de cabeza, el inglés logró encontrar espacio para colar el balón por debajo de las piernas de Israel y permitir que Havertz marcara el gol más fácil de su carrera.
Con el 0-2 en el marcador, los ánimos se enfriaron, pero el arma del Arsenal fue precisamente ésa. Con ventaja en el marcador y en el ánimo, los ingleses establecieron el poste de control cerca del área de Franco Israel. Curiosamente, fue precisamente después de que Geovany Quenda amenazara la portería de Raya, dando alguna esperanza para la segunda parte, cuando llegó el 0-3. El aviso a balón parado estaba más que dado, pero nadie pudo evitar que Gabriel marcara de cabeza a la salida de un córner y lo celebrara a lo Gyökeres.
Le tocaba al Sporting demostrar cómo lidiar con la provocación... y con la desventaja de tres goles. João Pereira tenía dos opciones sobre la mesa en esta primera prueba de fuego: intentar minimizar los daños con alguna pérdida de identidad o intentar arriesgar, aun sabiendo que el resultado podría dejar huella en el futuro.
Inácio aún albergaba sueños
Sorprendió el técnico leonés manteniendo a Edwards en el lugar que habitualmente ocupa Pedro Gonçalves, tras una primera parte muy deslucida del inglés, pero lo cierto es que el Sporting sacó un espíritu diferente del vestuario. Morita dio la primera muestra de un nuevo Sporting e Inácio, a la salida de un córner, despertó a Alvalade ante lo que podía ser el inicio de un sueño de proporciones épicas.

Y la verdad es que el sueño parecía posible. El mejor momento del Sporting duró unos 20 minutos e incluyó acciones de Gyökeres (vigilado de cerca por los dos centrales) y Trincão, así como intervenciones de Raya, que volvió a aparecer en los momentos más importantes, pero con el resultado cómodo el Arsenal sabía que una ocasión bastaría para decidir el partido y calmar de nuevo el espíritu verdiblanco. Un penalti de Diomande sobre Odegaard permitió a Saka hacer el 1-4 y asestar el golpe definitivo al equipo portugués.
A falta de 25 minutos para el final, los jugadores del Sporting se dieron cuenta de que ya no sería posible mantener su racha de imbatibilidad, por lo que João Pereira, una vez más, tuvo que tomar decisiones. El nuevo entrenador mostró carácter para afrontar un desafío por el que los leones aún no habían pasado esta temporada y asumió el riesgo de intentar al menos reducir el marcador, aun siendo consciente de la importancia de la diferencia de goles en la Liga de Campeones. Al final, la diferencia también se redujo a la portería. Si Raya siguió inspirado para evitar el 2-4 tras disparos de Trincão y Gyökeres, Israel volvió a facilitar las cosas para el 1-5 final de Trossard.

Jugador Flashscore del partido: Bukayo Saka (Arsenal)