Es una de las historias más interesantes de una ventana de fichajes de verano repleta de ellas. El Man City volvió a fichar a James Trafford procedente del Burnley tras una temporada brillante en la Championship, solo para que, unas semanas después, pareciera que lo reemplazaban con Gianluigi Donnarumma.
Son dos porteros muy distintos. Trafford se formó en el City, entrenado desde joven para jugar al estilo del club, mientras que Donnarumma es uno de los mejores atajadores del mundo, aunque es conocido por no ser muy hábil con los pies.
Entonces, ¿quién debería ser el portero titular de Pep Guardiola esta temporada?
El caso de James Trafford
Trafford fue una pieza clave en la defensa del Burnley, que solo recibió 16 goles en 46 partidos de Championship. Jugó 45 encuentros, llegando incluso a encadenar una racha impresionante de 12 partidos sin encajar goles. Hasta hizo sudar al copropietario y exestrella de la NFL JJ Watt.
Ambos hicieron una apuesta: si Trafford no recibía otro gol, Watt tendría que salir de su retiro. Se intercambiaron mensajes el 28 de diciembre; no le marcaron hasta el 4 de marzo.
En la Championship, sus 16 goles encajados no fueron la única estadística destacada. Trafford tuvo un porcentaje de paradas del 84.5% y evitó 12.9 goles más de lo esperado, lo cual es bastante impresionante considerando que enfrentó un xGOT de 28.9. Para quienes no lo sepan, xGOT mide la probabilidad de que un disparo termine en gol.
En cuanto a la distribución, terminó la Championship con un 70.3% de precisión en los pases y 209 balones largos acertados. Suele jugar en corto cuando el juego está abierto, pero no tiene problema en lanzar el balón lejos en jugadas a balón parado. Estas cifras muestran a un portero al que se le pide variar su distribución y no limitarse a un solo estilo.
Su regreso al City tenía mucho sentido, especialmente con Ederson, el antiguo número uno, saliendo del club. Aún tiene mucho por aprender; a veces prefiere despejar de puños balones que debería atrapar, y con el aumento de nivel de los rivales, los errores eran inevitables.
Eso fue exactamente lo que ocurrió ante el Spurs. No tuvo culpa en el primer gol, la defensa del City desapareció, y logró tocar el disparo de Brennan Johnson, pero el segundo sí fue responsabilidad suya.
Los jugadores del Spurs estaban marcando a los defensores del City que intentaban salir jugando desde atrás. Trafford intentó pasarle el balón a Nico Gonzalez, pero Pape Sarr se lo robó. Richarlison se la dejó a Joao Palhinha, que la mandó al fondo de la red.
Es imposible saber si ese fue el momento en que el City decidió ir a por Donnarumma, pero si no hubiera ocurrido, quizá Trafford sería el número uno indiscutible. De hecho, estuvo excelente en el siguiente partido ante el Brighton.
El caso de Gianluigi Donnarumma
Para quienes juegan FIFA o Football Manager, este fichaje tiene todo el sentido. ¿Por qué no querría un club fichar al hombre que fue clave para que el PSG ganara su primera Champions League?
Es una pregunta válida. Donnarumma fue fundamental para el PSG en Europa, especialmente ante rivales ingleses, ya que vencieron a Liverpool, Aston Villa y Arsenal camino al trofeo de las grandes orejas.
Atajó dos penaltis ante el equipo de Arne Slot, que en ese momento era favorito para ganar el torneo. Paradas espectaculares a Leandro Trossard y Gabriel Martinelli en el partido en el Emirates le valieron elogios de expertos y aficionados.
Pero, ¿es Donnarumma un portero para Pep Guardiola? Es difícil saberlo. Las estadísticas sugieren que no es muy bueno jugando desde atrás, una táctica que ha definido la etapa de Guardiola en el Man City desde que decidió cambiar a Joe Hart por Claudio Bravo.
Donnarumma terminó la última temporada con un 84.5% de precisión en los pases en la campaña de Ligue 1 que ganó el PSG, y solo 62 de sus balones largos llegaron a su destino. En comparación, el antiguo número uno del City, Ederson, tuvo un 86.3% de precisión y logró 139 balones largos acertados en la liga, a pesar de jugar solo dos partidos más (26).
El entrenador del PSG, Luis Enrique, ha comentado varias veces que busca un perfil diferente bajo palos, y tras las exigencias salariales de Donnarumma en verano, dejó de ser intocable, con Lucas Chevalier llegando para reemplazarlo.
A lo largo de los años, Guardiola ha demostrado que sabe adaptarse, pese a lo que muchos piensan. Como señaló James Horncastle de The Athletic, muchos decían que Erling Haaland no encajaba en su estilo. El gran delantero noruego ha demostrado lo contrario.
Además de la distribución, otra debilidad evidente en el juego de Donnarumma es la capacidad para atrapar balones altos. Es un portero corpulento, mide 1,96 m y pesa unos 89 kg, pero le falta presencia física en córners y jugadas a balón parado. Con los equipos de la Premier League dándose cuenta de la importancia de estas acciones en ataque, tendrá que mejorar.
Veredicto
El City tiene la suerte de contar con dos porteros de altísimo nivel peleando por el puesto de titular. Trafford puede llevar el dorsal número uno, pero el club no va a pagarle a Donnarumma los 13 millones de libras anuales que se rumorean solo para que se siente en el banquillo. Todo apunta a que el italiano será el elegido.