Jiménez, a los 46 segundos y al minuto 75, hizo los goles para la victoria mexicana en el estadio SoFi.
Javier Aguirre tuvo fe en sus dos delanteros 'europeos' -Santiago Giménez y Raúl Jiménez- y los puso juntos de inicio.
Apenas rodó la pelota, el 'Tri' mostró la garra y pronto, con la fortuna de su lado, encontró el 1-0 tras una pelota recuperada por Johan Vásquez y una combinación entre Raúl y Roberto Alvarado.
La defensa canadiense tapó un disparo de Alvarado; la pelota rebotó juguetona entre los botines de Alphonso Davies y Moïse Bombito, y quedó servida para que el ex del Atlético definiera sereno ante el portero Dayne St. Clair.
Tras el gol, México no pudo asumir el mando. Canadá se le echó encima con potencia y rapidez.
El partido quedó marcado por la polémica a los ocho minutos cuando Edson Álvarez hizo contacto con Derek Cornelius en el área. Los canadienses exigieron penalti, pero el árbitro hondureño Héctor Martínez ni siquiera revisó la jugada en el VAR.
Sin profundidad
El 'Tri' se liberó un instante del dominio canadiense y amenazó con un segundo gol que el citado Roberto no pudo firmar en un mano a mano con St. Clair, al 18'.
Stephen Eustaquio e Ismaël Koné, con dinamismo y ataque del medio campo hacia el frente, fueron pesadilla para los contenciones mexicanos Erik Lira y Carlos Rodríguez.
Sobre la media hora, Davies ejecutó un tiro libre que el guardameta Luis Malagón controló sin complicaciones.
Durante los últimos 15 minutos, la posesión de pelota fue alternada. Los norteamericanos elaboraban mejor sus jugadas y llegaban a zona de definición. México no conseguía atacar con profundidad.
Al 38', en pelota parada, la Tri embocó la pelota, pero la jugada fue anulada por fuera de juego de Álvarez, el rematador.
Alphonso tuvo la última oportunidad del primer tiempo: un tiro libre que causó preocupación en la afición mayoritariamente mexicana.
El héroe del doblete
Los primeros minutos del segundo tiempo fueron un vaivén, pero Canadá embestía con más peligro. Al 52', un tiro de Cyle Larin desviado por Vásquez describió una angustiosa parábola sobre el arco mexicano.
En pleno dominio canadiense, Jesse Marsch, técnico de Canadá, llamaba la atención por las indicaciones tácticas que daba desde el banquillo con cruces y círculos impresos en hojas de papel.
A la hora de juego, Álvarez arriesgó el físico para sacar una pelota por lo alto tras una mala salida del guardameta; el mexicano y Cornelius protagonizaron un choque de cabezas.
El desahogo mexicano llegó en una acción de balón parado. Jiménez ejecutó un tiro de castigo, el balón libró la barrera y entró al arco pegado al poste derecho ante el vuelo del arquero para el 2-0.
Un cabezazo desviado de Mombito que se fue encima del travesaño, en el 90+3', fue el colofón del partido.