Del sueño del triplete a la pesadilla de los cero títulos. La dura derrota sufrida por el Inter ante el AC Milan en la semifinal de vuelta de la Coppa Italia no puede sino ensombrecer el futuro próximo del club nerazzurro.
Entre otras cosas, porque Lautaro y sus compañeros llegaban al derbi tras haber perdido también en casa contra el Bolonia en liga y haber sido igualados por el Nápoles en lo alto de la tabla.

Todo ello a pocos días del primer acto de la otra semifinal, la más importante, contra el Barcelona en la Liga de Campeones. Y poca tranquilidad, teniendo en cuenta que los blaugrana son uno de los equipos más temibles de Europa y que el Inter afronta el encuentro de Montjuic con más dudas que certezas.
"No estamos acostumbrados a perder dos partidos seguidos", admitió preocupado Simone Inzaghi, que tampoco está acostumbrado a jugar partidos importantes sin poder contar con Marcus Thuram (27).
Una vida dura sin Marcus
A este nivel, un equipo no puede depender de un solo jugador, eso está claro. Sin embargo, también es cierto que hay jugadores que influyen más en el juego de su equipo, que pueden decidir un partido en una jugada, pero están menos presentes en la fase de maniobra.
Y es por eso que el Inter visto en el Dall'Ara y en San Siro contra el Milan, además de perder el partido, dio la impresión de haber perdido su identidad, esa de la que no se puede prescindir cuando llega la hora de la verdad.
Lo cierto es que sabremos mucho más después del partido del próximo domingo que el vigente campeón de Italia disputará en el Meazza contra una Roma decidida a luchar hasta el final por una plaza en la Liga de Campeones.

El partido debía disputarse el sábado, pero se aplazó al domingo debido al funeral del Papa Francisco. En realidad, la Liga había dado permiso al Inter para jugar su partido el día previsto, con el fin de llegar con 24 horas más de descanso a Barcelona, pero el club nerazzurro prefirió respetar el luto por el fallecimiento del pontífice.
El problema es que, además de Thuram y Dumfries, contra el equipo de Claudio Ranieri, uno de los más en forma de la Serie A, tampoco estarán otros dos jugadores fundamentales como Bastoni y Mkhitaryan. El Inter, sin embargo, no tiene elección: contra la Roma es reanudar el ritmo o empezar .