Ronaldo juega actualmente en el club saudí Al-Nassr, como muchos profesionales en el ocaso de su carrera seducidos por los gastos astronómicos del reino, criticado por su historial en materia de derechos humanos.
El luso, cuyo contrato con su equipo vence en el verano de 2027, ocupó un lugar destacado, no muy lejos de Trump.
"Mi hijo es un gran fan de Ronaldo", declaró Donald en su discurso previo a la cena, al añadir que Barron, de 19 años, pudo conocer a la superestrella, quien jugará su último Mundial el próximo año.
Infantino no falla a la cita
También estuvo presente el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quien hizo una nueva aparición en la Casa Blanca antes de la Copa Mundial de 2026, que será coorganizada por Estados Unidos.
Musk también asistió, sentado en una mesa distinta a la de Trump, aunque en una señal de un acercamiento entre el mandatario y el hombre más rico del mundo.
Durante la cena, el magnate republicano elogió al príncipe saudí, calificándolo de "hombre de liderazgo", tras haber defendido a su invitado en el caso del asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en 2018.
