El Bolonia llega al duelo de Europa League ante el Salzburgo en un momento de forma espectacular. En la Serie A, los rossoblù ocupaban la quinta plaza, a solo tres puntos del liderato, y encadenaban tres victorias seguidas.
Aún más relevante, el técnico Vincenzo Italiano ha podido volver de forma estable al banquillo tras superar las secuelas de la neumonía, aportando su energía y experiencia a un equipo que está respondiendo a cada reto.
“Estamos disfrutando el momento, el equipo está respondiendo y trabajamos para prepararnos en la Europa League. Espero que el Dall’Ara se llene”, declaró el técnico rossoblù justo después de la victoria en el campo del Udinese el pasado fin de semana, subrayando el entusiasmo, la concentración y la unión del grupo.
Remontar en la clasificación
Sin embargo, en la Europa League la situación es más complicada. El Bolonia ocupaba el puesto 24, el último que da acceso a los play-off, con solo cinco puntos conseguidos tras una victoria, dos empates y una derrota. El equipo no podía permitirse más despistes si quería volver a las posiciones que dan la clasificación, y mañana en el Dall’Ara recibirá a un Salzburgo con ganas de redimirse.
Los austriacos solo sumaban tres puntos en las primeras cuatro jornadas, aunque ganaron el último partido ante el Go Ahead Eagles por 2-0, lo que ha reavivado sus esperanzas de pasar de ronda.
Italiano tenía que gestionar bien las rotaciones y el desgaste físico: Bernardeschi, Dallinga y Zortea podrían salir de inicio, con Ferguson en el centro del campo junto a Pobega. Por su parte, Freuler fue sustituido en la lista UEFA por Dominguez y la sanción de Lykogiannis obligaba a Miranda a multiplicarse en la banda izquierda. En ataque, Orsolini apuntaba a titular.
Pese a las dificultades en Europa, Italiano siguió confiando plenamente en su plantilla: "La clasificación de la Serie A es bonita, hay que mirarla pero no obsesionarse. Quedan muchos partidos y es pronto para fijar un objetivo. Debemos alimentar nuestro entusiasmo y confianza, que son las claves que nos han permitido lograr estos resultados".
Dos errores y un gol para cada equipo
El Bolonia salió al campo con su sello habitual: presión alta, agresividad y la intención de someter al Salzburgo desde el inicio. Sin embargo, no solo el ritmo marca la diferencia: el equipo de Italiano estuvo metido en el partido, concentrado y peligroso desde el primer minuto. En el 18’, Orsolini probó un potente disparo con la derecha dentro del área, pero Schlager estuvo atento y desvió a córner.
Pocos minutos después, en el 26’, el Bolonia encontró el gol tan esperado: un centro perfecto de Orsolini llegó a Odgaard, que, aprovechando un mal despeje de la defensa, remató con la derecha. El balón, desviado por un defensor austriaco, se volvió imparable y ha acabado en la red. 1-0 para el Bolonia y el Dall'Ara estalló de alegría.
Pero el fútbol es una montaña rusa, y justo cuando los rossoblù parecían tener el partido bajo control, llegó el jarro de agua fría. En el 33', un error defensivo de Lucumì, que se resbaló, permitió a Vertessen robar el balón y asistir a Baidoo. El disparo del delantero ghanés fue rechazado de forma espectacular por Ravaglia, pero el balón quedó muerto a pocos metros de la línea. Vertessen, más rápido que nadie, empujó el balón a la red. Es el 1-1, un gol que cayó como un mazazo para el Bolonia, que hizo todo para mantener la ventaja.
A pesar del empate, los felsinei no se vinieron abajo y respondieron con carácter. El juego, sobre todo por la banda izquierda, fue dinámico y productivo. En el 39’, Bernardeschi, muy inspirado, puso un balón preciso al área para Pobega, que, en buena posición, falló de forma increíble y envió el balón fuera. El Bolonia pisó el acelerador, pero le faltó acierto en la definición.

Dos goles relámpago y luego el respiro
La mala suerte que había marcado la primera parte se esfumó al inicio de la segunda, cuando el Bolonia por fin se soltó y protagonizó un arranque espectacular. A pesar del dominio en los primeros 45 minutos, con ocasiones falladas y un empate que sabía a poco, en la segunda mitad los rossoblù se desató. En solo dos minutos, entre el 51' y el 53', el Bolonia ha marcó dos goles rapidísimos que han sentenciado el partido.
La diferencia la ha marcado sobre todo un Salzburgo apagado y poco reactivo, incapaz de aguantar el empuje inicial del Bolonia. En el 51', comenzó el festival rossoblù: Miranda, con un pase magistral, encontró a Dallinga en el área con un balón filtrado. El delantero, escorado a la izquierda, no dudó: cruzó con la zurda y selló el 2-1, un auténtico golazo.
Pero el Bolonia no se detuvo. Dos minutos después, los locales volvieron a acelerar. El balón circuló con paciencia y velocidad de izquierda a derecha, hasta que Zortea rompió la defensa rival por la banda derecha y puso un centro perfecto. Bernardeschi, llegando desde atrás, se elevó como un halcón y, con un gran cabezazo, marcó el 3-1 que parecía sentenciar el duelo.
El encargado de cerrar definitivamente el partido fue Orsolini. En el 86’, el extremo rossoblù firmóel 4-1 a bocajarro, tras un rechace del portero austriaco a un disparo de Castro que le ha quedado en los pies.
Con el 4-1 definitivo, el Bolonia logró por fin su primera victoria en casa en la Europa League y suma ocho puntos, situándose en la 18ª posición del grupo. Un triunfo que permite a los rossoblù consolidar su puesto de cara a los próximos partidos. Para el Salzburgo, en cambio, la situación se complica aún más: con solo tres puntos, el equipo de Letsch sigue en la parte baja de la tabla.

Jugador Flashscore del partido: Bernardeschi (Bolonia).
