Centro de datos del Dinamo de Zagreb-Celta de Vigo
Hay noches en las que todo sale rodado. Porque lo has entrenado, porque has acertado en el planteamiento, porque tienes la pizca de fortuna a tu lado y, por supuesto, porque cuentas con varios jugadores en estado de gracia. El Celta vivió una de esas mágicas experiencias en Zagreb, en una primera parte en la que anotó tres goles y un palo evitó que recibiera alguno.

Aspas no es príncipe sino rey
Todo, por supuesto, empezó por Iago Aspas. El gran capitán tiene una visión periférica privilegiada y un guante de seda en su pierna izquierda que hace aún mejores a sus compañeros. Casi todo pasa también por Bryan Zaragoza y su fútbol de calle, de regates y engaños, de cambios de velocidad imposibles de detener a la que estés inspirado. Y muchas cosas llegan si, además, tienes un goleador como Pablo Durán al que le entra todo, aun rematando mordido al balón.
Con esos tres jugadores se bastó el Celta para firmar un 0-3 en 45 minutos. Nada más iniciarse el choque, Aspas conectó con Durán y éste ni se lo pensó para disparar ajustado, haciendo inútil la estirada de Nevistic.
A partir de ahí, el Dinamo se hizo con la bola, pero el engranaje defensivo de Giráldez no permitió que la movieran en las proximidades de Iván Villar. Y encima apareció Bryan Zaragoza para romper a su par, ganar la línea de fondo y centrar a Durán, que esperaba en boca de gol. No hizo falta porque el balón tocó en el defensor local Sergi Domínguez y entró en su portería convirtiéndose en el 0-2.
Y aunque en un mal despeje de Carlos Domínguez, el único error de la zaga viguesa, Kulenovic estrelló un balón en el palo previo desvío del portero celtista, enseguida llegó otro contragolpe mortal del tridente: Aspas habilitó a Bryan en carrera, el malagueño asistió al interior del área y Durán empujó para firmar el 0-3.
Tras la exhibición ofensiva, la defensiva
El técnico croata, Mario Kovacevic, movió su banquillo. Antes del cuarto de hora ya había introducido cuatro sustituciones, pero nada cambió. El Celta siguió muy concentrado en defensa y amenazante en las contras. Los locales no fueron capaces de encontrar huecos y los minutos fueron transcurriendo con cierta monotonía, la que quisieron los gallegos, que ya habían hecho su trabajo, y de qué forma. Sólo en los últimos 10 minutos encontraron resquicios para probar a Iván Villar, pero el guardameta estuvo muy seguro para mantener su portería imbatida a pesar de los intentos de Brakar y de Stojkovic.

Jugador Flashscore del partido: Iago Aspas (Celta).
