Más

La carrera del defensa goleador Diogo Dalot hacia la final de la Europa League

Dalot celebra su gol en Lyon
Dalot celebra su gol en LyonShaun Botterill / GETTY IMAGES / AFP
Jugador clave para Rubén Amorim, que lo despliega como exterior derecho en su 3-4-3, el lusitano se recupera de una lesión muscular. Y debería estar de vuelta justo a tiempo para la final de la Europa League contra el Tottenham.

En esa frontera entre la defensa y el ataque en la que pocos saben moverse, Diogo Dalot vive feliz. Un lateral derecho de vocación ofensiva que, fiel a la tradición de su Portugal natal, se divierte con el balón entre los pies. Sobre todo, claro está, cuando le toca mostrarse más adelantado. Titular indiscutible en la selección que entrena Roberto Martínez y en el Manchester United que dirige su compatriota Rubén Amorim, el ex jugador del AC Milan está listo para regresar. Justo a tiempo para la final de la Europa League contra el Tottenham.

El problema en la pantorrilla que le mantuvo de baja durante casi un mes parece haber quedado atrás. Y el lateral derecho mancuniano ha dejado claro que quiere estar a cualquier precio. En un reciente encuentro con los medios de comunicación organizado por su club, declaró:"Trato de concentrarme día a día. Hoy me siento bien. Espero sentirme cada vez mejor y progresar".

Incombustible

Después de dos temporadas prácticamente sin problemas físicos, Dalot ha tenido que hacer frente a este parón, que considera casi fisiológico:'Forma parte del trabajo. No pensaba que llegaría un momento así en estos dos años. Así que, después de jugar tantos partidos, probablemente era una señal de que el cuerpo necesitaba un poco de descanso'. Un descanso que ya ha terminado, puesto que su presencia en la convocatoria para el partido de Bilbao no debería correr peligro.

Un partido en el que su compatriota Bruno Fernandes jugará su tercera final como capitán de los Diablos Rojos. A este respecto, el centrocampista declaró:"Ha demostrado a lo largo de su carrera que es un líder, dentro y fuera del campo. Siempre intenta dar buen ejemplo. Y creo que es el tipo de ejemplo que debemos seguir. El club necesita más jugadores de este perfil, que den ejemplo dentro y fuera del campo. Esta es su tercera final y ojalá podamos ganarla de nuevo. Y se lo merece, porque es un jugador fantástico.

La conexión portuguesa buscará la gesta decisiva en una temporada realmente desastrosa para el United, que al igual que el Tottenham querrá salvarla con el segundo trofeo continental más prestigioso. Ambos en la parte derecha de la tabla de la Premier League, están obligados a dar el gran salto para dar sentido a un año totalmente por debajo de las expectativas. Dalot, el segundo jugador que más minutos ha disputado (4.423) tras Bruno Fernandes (4.572), es indispensable para Amorim, que nunca ha querido renunciar a él como opción técnica desde que llegó a Old Trafford.

Hacia el décimo sello

Autor de tres goles, la cifra más alta para un defensa en la actual edición de la Europa League, Dalot mereció recuperarse para el acto decisivo. Fiel a Amorim, ostenta el sexto mejor porcentaje de entradas con éxito del torneo (87,5 %). También es sexto en otro aspecto, el de XG Más Menos, cuyo valor es de +9,4. En este caso, se trata de una estadística calculada mediante el equilibrio entre los goles esperados del equipo y los goles esperados encajados mientras el jugador en cuestión está sobre el terreno de juego. Descrito por su compañero Alejandro Garnacho como"el compañero más rápido", el lusitano acelera para la gran cita.

Las estadísticas de Dalot en la Europa League
Las estadísticas de Dalot en la Europa LeagueFlashscore

Desplegado tanto como exterior derecho como izquierdo, el jugador de 26 años siempre ha demostrado un enorme espíritu de sacrificio y adaptación. Dúctil y técnico, es la navaja suiza de un Amorim que no querrá renunciar a él, ni siquiera como suplente. Además, Dalot busca su décimo gol con el United. Y quién sabe si no llegará en esta final de la Europa League, el último título conquistado por los Diablos Rojos. En aquel 2017 en el que un tal José Mourinho se sentó en el banquillo. Otro portugués. ¿Una señal del destino?