El equipo español consiguió el pase gracias a su rumbo perfecto en la fase de grupos: de su ajustado triunfo ante Dinamarca en el debut (1-0) a la victoria ante la anfitriona con motivo de la segunda jornada (1-3) y la paliza a la débil Montenegro (0-5) para amenazar a las principales potencias continentales.
La igualdad se rompió antes de alcanzarse la media hora en una muy buena acción colectiva de los germanos: pase filtrado de Mateo Kritzer, pase de la muerte de Said El Mala y remate certero del prometedor delantero Max Moerstedt. Listo para rematar, en el momento y en el lugar adecuado, el potente ariete inauguró el marcador.
Lo cierto es que España reaccionó casi de inmediato, ya que una buena internada de Pablo García acabó en penalti después de ser trabado por Winners Osawe. El encargado de asumir la responsabilidad fue Antonio Cordero, ya ex del Málaga y refuerzo del Newcastle United, mediante un tiro demasiado centrado que detuvo el meta rival.
Drama y emoción
La Rojita llegó al descanso obligada a reaccionar, y tenía que hacerlo tras haber desperdiciado una oportunidad ideal para buscar el empate. Pero el fútbol siempre guarda sorpresas y, paradójicamente, la igualada tuvo lugar en un saque de esquina directo tras haberse fallado esa pena máxima. El mencionado Pablo la colocó en el palo largo de forma magistral (61').
Hubo ocasiones para ambos con el 1-1, incluida una acción clarísima en la que Raúl Jiménez hizo una fantástica intervención abajo. El anterior esfuerzo del meta resultó en vano porque El Mala hizo bueno un fantástico contragolpe y castigó en el minuto 78 a un plantel que tenía que volver a remar a contracorriente.
Pero los de Gallardo abrazaron la épica gracias al estelar atacante del Real Betis, que se puso la capa de héroe nacional al sumar otros dos tantos más en un descuento de infarto. Alemania, que parecía muerta, sacó la cabeza en el 99' y forzó la prórroga después de que Andrés Cuenca introdujera el balón en su propia portería. Infortunio multiplicado al cubo (3-3).
Guion alocado
Quim Junyent había sido actor secundario en el tercero de los suyos: más que por su faceta como asistente, por la sensacional combinación que trazó junto al recién ingresado Daniel Díaz. El futbolista culé estaba llamado a volver a mantener ese rol de aliado, aunque ese papel recayó sobre Tommy Marqués al convertir el 4-3 tras un envío al poste del MVP de la tarde.
Pero si algo habían demostrados los chicos de Balitsch es que son competitivos hasta el final: Moerstedt mojó de nuevo en el 104' y dejó todo igual de cara al último cuarto de hora. La defensa volvió a hacer aguas en una jugada con desenlace cruel porque una carambola marcó otra vez ese fatal destino.
Y si P. García había hecho méritos para acaparar las portadas del martes, M. Moerstedt hizo lo propio y adelantó al cuadro germano de nuevo en un envite que será difícil de olvidar. Luego, Jan Virgili, que se había estrellado con el larguero recientemente, colocó el 5-5 para deleite de un público que fue testigo también del brutal póker del sevillano en el 119' para colocar el definitivo 6-5 y conducir a España a la final del Europeo.

Jugador Flashscore del partido: Pablo García.
Las estadísticas del choque están disponibles en Flashscore.