Se repite, por supuesto, la final de 2023, en la que un gol de Curtis Jones en el tiempo añadido de la primera parte bastó para derrotar a La Rojita y que Inglaterra levantara el trofeo por primera vez en 39 años.
El partido también será recordado por un polémico penalti concedido a España al final del encuentro, pero la pena máxima lanzada por Abel Ruiz fue detenida por James Trafford en el noveno minuto del tiempo añadido.
España tiene una oportunidad inmediata de revancha
Ahora, España tiene una oportunidad de vengarse por aquel resultado y, en caso de triunfar, alcanzaría su sexta final en los últimos ocho campeonatos de Europa de la categoría.
La selección de Santi Denia es uno de los equipos más en forma, como cabía esperar, con dos victorias (3-2 contra Eslovaquia y 2-1 contra Rumania) y un empate (1-1 contra Italia) en sus tres partidos del Grupo A.

En su primer partido, contra los anfitriones, España desperdició una ventaja de dos goles para luego marcar el gol de la victoria en el último suspiro.
Contra Rumanía, España también necesitó dos goles en los últimos cinco minutos para volver a ganar, y es obvio que, cuando se ve sometida a presión, sigue siendo vulnerable.
Inglaterra ya ha tenido altibajos en el torneo
En comparación, el torneo de Inglaterra ya ha tenido su buena ración de altibajos, con una victoria (3-1 contra la República Checa), un empate (0-0 contra Eslovenia) y una derrota (2-1 contra Alemania) para los jóvenes pupilos de Lee Carsley.
Si los jóvenes Leones quieren progresar a costa de la Rojita, está claro que necesitan cerrar el paso a los jugadores creativos de España en cada oportunidad.

El barcelonista Pablo Torre siempre parece dictar el ritmo del juego, y aunque su porcentaje de pases completados contra Rumanía fue notable (89,5%), no se acerca ni de lejos al de jugadores como Cristhian Mosquera (95,1%) o Hugo Bueno (97,8%).
De hecho, casi todos los jugadores de la selección española se sienten cómodos con el balón en los pies. 571 pases en el partido contra Rumanía fueron sólo cinco menos que el triple de los que intentó su rival (172).

De ellos, 515 fueron precisos, para un 90,2% de acierto colectivo. Los rumanos no sólo fueron incapaces de controlar el juego durante largos periodos, sino que cuando lograron ejecutar algunas acciones, la ventaja se perdió rápidamente como consecuencia de que sólo fueron capaces de dar un pase preciso el 68,2% de las veces.
La política de disparar desde donde fuera también ayudó a la Rojita, que acribilló la portería de Razvan Sava con 23 disparos a lo largo de los 90 minutos.
España llegará más fresca a cuartos de final
España ha sido una de las grandes bazas del torneo. Su estilo es muy 'marca de la casa', e Inglaterra aún no se ha enfrentado a ese tipo de fútbol en el torneo", señala Josh Donaldson, de Flashscore, que se encuentra en el torneo.
"Aunque ha encajado goles en momentos inoportunos, ha sabido reponerse, algo que no han podido hacer los rivales del sábado. Además, en su último partido de la liguilla contra Italia, hizo muchas rotaciones y llegará más fresca que Inglaterra de los dos que viajen a Trnava".

"Inglaterra, por su parte, se ha convertido en un equipo muy previsible. Han tenido la mayor posesión de balón del torneo, pero se han defendido con facilidad. La ausencia de Liam Delap se ha notado mucho, ya que, sin un delantero, ninguno de sus sustitutos ha sido capaz de estirar las defensas. El otro problema a la hora de introducir cambios en el sistema es lo ajustado del torneo. Sólo tienen tres días para solucionarlo antes de los cuartos de final, lo que da a Lee Carsley muy pocas oportunidades de cambiar las cosas".
Los jugadores ingleses de la Premier League no han destacado
El último partido de la liguilla de Inglaterra contra Alemania -que evocó recuerdos de los épicos enfrentamientos entre las selecciones absolutas de ambos países- fue una lección de cómo dirigir un partido incluso cuando no eres el protagonista.
Los alemanes marcaron con sus dos únicos intentos a puerta en el partido, y sólo dieron 330 pases, frente a los 642 de Inglaterra. Los Jóvenes Leones también dominaron la posesión, manteniendo el balón el 67% del tiempo.
Los 18 disparos deberían haber producido algo más que el único gol anotado por Alex Scott a 14 minutos del final, y fue un recordatorio oportuno de que el equipo de Carsley necesita ser mucho más eficiente con sus remates.
Jugadores como Archie Gray, Ethan Nwaneri, Elliot Anderson, Tino Livramento y Harvey Elliott han acumulado una razonable experiencia en la Premier League, y colectivamente han visto la mayor parte del balón en los partidos de la liguilla, pero sin ser necesariamente capaces de presionar cuando es necesario.
A modo de ejemplo, Eslovenia sólo tocó siete veces el área inglesa durante su partido, frente a las 43 de los jóvenes Leones, para quienes Nwaneri tocó el balón tantas veces como toda la selección eslovena.
La batalla en el mediocampo será clave para España e Inglaterra
La batalla en el centro del campo será probablemente donde se gane o se pierda este partido de cuartos de final, y si jugadores como Benat Turrientes, Javi Guerra y Pablo Torre ven desbaratados sus bonitos triángulos de pases, Inglaterra tendrá una oportunidad.
Reducir al mínimo las incursiones de Marc Pubill por la banda derecha también será clave para que los hombres de Carsley avancen.
Con tres toques en el área contraria contra Rumania y un 90,9% de acierto en el pase, el lateral derecho del Almería, campeón olímpico en París, debe ser vigilado de cerca.
Dado el pedigrí de ambas selecciones, el partido promete ser apasionante y, al igual que en 2023, será muy reñido ver quién abandona triunfante el césped del Stadion Antona Malatinskeho.
