El tiempo castiga a aquellos que son misericordiosos en el fútbol. Los equipos que tienen baches positivos, juegan bien por momentos, deslumbran y al final no ganan nada se han convertido en un factor común en el fútbol moderno.
Lo puede decir el Atlético de Madrid, un equipo que completó la mayor racha de victorias en el presente curso pero que gracias a su derrota en Gran Canaria con Las Palmas se ha despedido de la pelea por LaLiga, una competición que era un objetivo tras los más de 200 millones de euros que invirtió el club en el mercado.

El Atlético de Madrid tendrá que conformarse con la clasificación para la Liga de Campeones, un elemento que se convirtió en costumbre en la era de Diego Simeone. Los rojiblancos, de hecho, no ganan un título desde la temporada 2020-2021 cuando de la mano de un Luis Suárez en estado de gracia conquistaron LaLiga al derrotar al Valladolid en la última jornada con aquel gol mítico de Ángel Correa.
En el presente curso, los rojiblancos cayeron en los octavos de final de la Champions con el Real Madrid (vía penaltis) en el Metropolitano. En la Copa del Rey, perdieron en las semifinales con el FC Barcelona y en LaLiga se descolgaron de la pelea por el título al completar una segunda vuelta de la temporada bastante irregular.