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El Barcelona sueña con Julián Álvarez, pero aún debe 159 millones de euros en fichajes

Julián Álvarez con el Atlético de Madrid
Julián Álvarez con el Atlético de MadridGUILLERMO MARTINEZ / NURPHOTO / NURPHOTO VIA AFP

El interés del FC Barcelona por Julián Álvarez es real. En los pasillos del Camp Nou se habla del argentino como una pieza ideal para el nuevo proyecto deportivo. Sin embargo, antes de pensar en una propuesta formal, el club catalán tiene una deuda pendiente que condiciona cualquier movimiento: 159 millones de euros aún por pagar en fichajes.

Una economía todavía en reconstrucción

De acuerdo con los informes financieros presentados por la institución, el Barcelona mantiene 140,6 millones en deudas a corto plazo y otros 18,5 millones a largo plazo. Se trata de pagos diferidos a distintos clubes por incorporaciones realizadas en los últimos años, muchas de ellas durante la gestión de Josep Maria Bartomeu.

La directiva de Joan Laporta apostó por una estrategia de pagos escalonados que permitiera sostener la competitividad deportiva mientras se intentaba estabilizar la economía. Pero el resultado es claro: aún hay muchos cheques por entregar.

Los clubes que todavía esperan su dinero

Entre los principales acreedores del Barcelona figuran:

-Leeds United, que aún debe recibir cerca de 42 millones de euros por Raphinha.

-Bayern Múnich, con 20 millones pendientes por Robert Lewandowski.

-Sevilla, con 24 millones por Jules Koundé.

-Manchester City, que todavía espera 13,3 millones por Ferran Torres.

-Otros clubes como Rennes, Girona, Valencia y Sporting de Lisboa también figuran entre los beneficiarios de pagos futuros.

Con semejante panorama, pensar en una operación por Julián Álvarez (25) —actualmente en el Atlético de Madrid— parece, por ahora, más un deseo que una posibilidad concreta.

Estadísticas de Julián Álvarez
Estadísticas de Julián ÁlvarezFlashscore

Un alivio parcial: también le deben dinero

No todo es negativo para el Barça. El club también tiene cuentas por cobrar: alrededor de 64,1 millones de euros que otras instituciones deben pagarle en los próximos dos o tres años. Estos ingresos ayudarían a aliviar parcialmente la carga financiera y podrían permitir, en el mediano plazo, afrontar nuevos fichajes.

En su más reciente comunicado económico, el club destacó los avances logrados: “Los resultados muestran una estructura financiera sólida. Los patrocinios y el merchandising han alcanzado cifras récord, consolidando la proyección internacional del club”, señaló la directiva.

De hecho, el canal de YouTube del Barcelona ya es el más seguido entre las organizaciones deportivas del mundo, con más de 24 millones de suscriptores. Además, en el último año, la entidad logró reducir su deuda general en 90 millones de euros.

Julián Álvarez, el nombre que no se apaga

Pese a todo, el nombre de Julián Álvarez sigue presente en la agenda culé. El atacante argentino encajaría perfectamente en el esquema ofensivo que busca el club, y se sabe que Laporta explorará alternativas creativas para intentar acercarse a su entorno.

No sería la primera vez que el Barcelona recurre a fórmulas financieras ingeniosas para cerrar una operación.

"El nuevo Julián Álvarez"

Mientras tanto, desde el Mundial Sub-20 de Chile, varios clubes españoles podrían haber puesto los ojos sobre una nueva joya argentina: Maher Carrizo (19), delantero de Vélez Sarsfield.

El joven atacante ha llamado la atención de medios como Marca, que incluso lo comparan con el propio Álvarez. “Me gusta muchísimo. Me comparo un poquito con él, lo veo correr por todos lados y es lo que a mí también me gusta. Cada vez que lo miro aprendo muchísimo”, reconoció Carrizo en diálogo con Olé. 

El Marca remarca su estilo enérgico y su versatilidad: “A Maher Carrizo se le pone cara de Messi… aunque es más de Julián Álvarez”.

El futuro de “La Araña”

Por ahora, Julián Álvarez sigue concentrado en su presente en el Atlético de Madrid. Pero su nombre sigue retumbando en los despachos del Camp Nou.

Entre las deudas por pagar y las ilusiones deportivas, el sueño del Barça por ficharlo sigue vivo, aunque la realidad económica marque el ritmo del deseo.