Centro de datos del Valladolid-Girona
Tiene motivos para preocuparse el Girona. Ha entrado en una dinámica tan negativa que algunos de sus jugadores no dan el nivel. Romeu pierde más balones que en el Barça, Asprilla es un fake como 10. Y así con alguno más. De ahí que un equipo ya descendido como el Valladolid, con la masa social enfrentada aún a algunos jugadores, estuviera a punto de pintarle la cara en los primeros compases del duelo en Pucela.
Si no es por la mala definición de Raúl Moro, que lo hizo todo bien menos el remate, las cosas se les hubieran puesto muy feas a los de Míchel, ya por fortuna recuperado de su trombosis venosa. El técnico se desesperaba viendo cómo Chuki, por la otra banda, también hacía destrozos varios a sus defensas. Gazzaniga tuvo que emplearse a fondo en un remate del canterano que, por desgracía, se lesionó en el muslo en el ecuador de la primera mitad.
Hasta entonces el Girona se había mostrado impreciso, incapaz de trenzar jugadas. Tan solo Romeu había probado de lejos los reflejos de Hein. Pero a raíz de una acción en la que se anuló un gol a Portu por claro fuera de juego, los catalanes comenzaron a mostrar algo más de poder ofensivo. Tsygankov fue quien más y mejor lo intentó, pero en ambas ocasiones se topó con el portero. Los locales, pitados en algunas jugadas en las que el público demandaba más ambición, se lo tomaron con calma a pesar de las peticiones desde la grada. No querían un ida y vuelta. Así pudieron construir de nuevo, despacito pero con buena letra, y finalizar la primera parte con un lanzamiento de Mario Martín que bien atajó Gazzaniga.
Susto para el Girona... hasta que llega Stuani
No estaba contento Míchel con su Girona. Arnau perdió su sitio en el lateral y entró Francés, quien sujetó mejor a Moro. Pero arriba Hein seguía apagando los fuegos que intentaban iniciar los catalanes y ganó un mano a mano a Asprilla, negado todo el partido. Desde ahí creció el Pucela, que volvió a meter el miedo en el cuerpo al rival. Primero, con una infantil pérdida de David López que permitió, previo pase de Latasa, habilitar a Anuar. El capitán soltó un derechazo que Gazzaniga y el larguero echaron por tierra. Y luego, con un penalti que con el VAR se anuló porque el árbitro había visto pena máxima donde sólo había unas manos pegadas al cuerpo.
Llegaron entonces los cambios en ambos lados para intentar acabar con el empate sin goles. Y le salió cara al Girona porque cuenta con un especialista del gol que seguirá marcando incluso cuando sea abuelo. Stuani, que apenas llevaba ocho minutos sobre el césped, estuvo donde tiene que estar un delantero centro para perforar la meta contraria y poner el 0-1. La asistencia, de David López, que vio al uruguayo en el momento y lugar oportuno para celebrar media permanencia.
El Valladolid, que había tenido ocasiones para abrir el marcador, volvería a tener otra clarísima para empatar, pero el testarazo en el área pequeña de Mario Martín lo sacó a bocajarro Gazzaniga en la misma línea de gol. Espectacular el portero gironí. Bien harían en Montilivi en encargar un par de estatuas para su ariete y su portero, héroes un día más. Y van...
Jugador Flashcore del partido: Cristhian Stuani (Girona).