Centro de datos del Getafe-Girona
El mundo al revés es lo que se vio en el Coliseum en la primera mitad. No hace mucho tiempo, el Girona quería la bola como Gollum el anillo y el Getafe rehuía de esa posesión para buscar la portería rival con más dinamismo y verticalidad a la contra. Los tiempos han cambiado, desde luego. Los de Bordalás viven tranquilos en la zona alta de la clasificación -incluso durmiendo en puestos europeos-, mientras los de Míchel tratan de huir de la quema del infierno. Y así comenzó el partido, con los azulones queriendo la pelota, sorprendiendo con su dibujo de cuatro defensas y con Juan Iglesias por delante del lateral derecho. Eso y un mayor ritmo le permitió dominar a un rival que no daba pie con bola. Lógico que el primer disparo fuera local, con Luis Milla, que acabaría ovacionado, encontrándose en dos tiempos con la atajada de Gazzaniga.
Ahí parece que despertó el Girona. De la mano, o mejor dicho, del pie de Ounahi, empezó a sacudirse la presión y a pisar campo rival con contragolpes rapidísimos. Así llegó la ocasión más peligrosa de la primera parte, la de Joel Roca que tuvo que repeler como pudo el muro llamado David Soria. Luego tendría una ocasión más, en un golpe franco, flojo y centrado en su ejecución, de Tsygankov.
El resto del tiempo se lo pasaron con el Geta tocando en zona de tres cuartos y con el enemigo cerrando muy bien todos los huecos y aguardando cazar una buena ola, como los surferos. Pero no había demasiada marea y el colegiado no añadió ni un segundo más, a la espera de que el paso por vestuarios les hiciera salir a ambos con más acierto para favorecer el espectáculo.
Competitividad y contundencia, papá
Efectivamente, Bordalás tocó teclas, hizo tres cambios, con la entrada de Abqar, Sancris y Mario Martín, que terminaría siendo decisivo. Antes, bajo la batuta de Luis Milla, amenazó a Gazzaniga nada más reiniciarse el partido. Fue Arambarri quien disparó y la pelota se envenenó en Vitor Reis para obligar al meta gerundense a sacar el gadgetobrazo. Un asedio bestial, con una gran intensidad que volvió a sorprender a un timorato Girona.
Los catalanes tardaron más de 20 minutos en sacudirse la presión. Un error de Diego Rico permitió la recuperación de Bryan Gil en campo rival, pero la jugada la acabó muy mal Ounahi, ya muy cansado. Retomó entonces su ofensiva el cuadro azulón y en una falta sacada por Milla con ese guante de seda que tiene como pie derecho apareció poderoso Mario Martín para rematar de cabeza y poner el 1-0.
Pudo igualar la balanza el Girona muy pronto, pero Vanat no engañó a Soria, que cerró bien sus piernas en el remate cercano. Eso fue un aviso para Bordalás, que no quería más despistes. Por fortuna para él, sus hombres parecieron sentenciar el triunfo con otro centro desde la banda, esta vez desde la izquierda, de Sancris, que remató Borja Mayoral para colocar el 2-0 y convertirse en el máximo goleador histórico del club.
Aun así, no pudieron los del sur de la capital acabar con tranquilidad tras un penalti que Stuani transformó en el penúltimo minuto en el 2-1. Pidiendo la hora con impaciencia, aunque tampoco temiendo en exceso, el Geta por fin respiró con el silbato final para llevarse los tres puntos, que le sitúan ya con 17 durmiendo en la sexta plaza y dejando al Girona en la miseria más absoluta, de nuevo como farolillo rojo de Primera.
Jugador Flashscore del partido: Luis Milla (Getafe).