Aún lejos del máximo goleador de la historia del club, Jesús Satrústegui, quien marcó 162 goles, Oyarzabal sigue escribiendo su propia leyenda. Años por delante tiene para acercarse o, quién sabe, igualar al histórico ariete de los 80.
De momento, ya ha igualado a Peyo Uralde, que se quedó en 100, y se encuentra a solo siete de Darko Kovacevic, su próximo reto.
"Feliz por la parte que me toca a nivel individual, pero el fútbol no es solo eso. Hay días en los que he estado desafortunado de cara a portería y es cuando hay que ayudar de otra forma. Pero muy orgulloso, con ganas de más", explicó a las cámaras de M+ LaLiga al término del choque ante el Betis.

El gol, anotado de penalti y que supuso el 2-0 con el que acabó el duelo, lo celebró con rabia. "Es un cúmulo de todo, a los que jugamos ariba nos gusta tener buenas actuaciones y cuando no estás contento tú mismo, cuando tienes la oportunidad, sale toda esa rabia. La gente me ha ayudado mucho, siento el empuje de la afición siempre y se lo intento devolver así".