El meta polaco, que fue rescatado de su retiro el pasado verano tras la grave lesión sufrida por Ter Stegen, se ganó a mitad de temporada el puesto de portero titular, desplazado a Iñaki Peña de ese privilegio. Luego, tras la recuperación del alemán en la recta final del curso, Flick siguió confiando en él como portero titular.
Su rendimiento, 14 porterías a cero en 30 partidos, e invicto el equipo en LaLiga con él bajo palos, además de su comportamiento en el vestuario -experiencia y veteranía en un vestuario muy joven- convencieron al Barça para renovarle el contrato. Y no sólo por un año sino por dos, lo que confirma la apuesta real de la entidad culé con sus actuales porteros.
Cuatro porteros con contrato: sobran dos
Porque con el fichaje de Joan García por 26,2 millones de euros y la renovación de Szczęsny, son ya cuatro los guardametas con contrato en vigor. Una situación que deja a Ter Stegen y a Peña en una muy difícil posición.
Al alemán, que es el capitán del Barcelona, ya se le indicó que lo mejor sería buscar una salida porque sus oportunidades iban a escasear. Subyace en el fondo su alto salario y que se podría sacar un buen dinero por su traspaso. Menos problemas ocasionaría la continuidad del canterano, que tuvo una propuesta del Celta que no ha fructificado, al menos de momento.
