Tanto dentro como fuera del campo, todo lo que hace este joven de 18 años es analizado al detalle, pero así es la vida de uno de los mejores talentos del fútbol mundial.
Demasiado pronto para compararle con Messi
Compararle con figuras como Lionel Messi a estas alturas es, cuanto menos, precipitado. Ansu Fati ya recorrió ese mismo camino antes, y todos sabemos cómo terminó.
A menudo ha parecido que Lamine Yamal ha tenido que cargar con su equipo para lograr la victoria, igual que hacía el genio argentino, y esa sensación de 'responsabilidad' puede pesar mucho en unos hombros tan jóvenes.
En la práctica, y más allá de todo lo demás, eso significa que juega partidos cuando debería estar descansando, y el reciente problema de lesiones recurrentes es algo que ni el jugador ni el club esperaban.
Las molestias en la zona de la ingle —que ya le han hecho perderse cinco encuentros en la temporada— le han obligado a abandonar la convocatoria de España, lo que ha dejado a la Federación Española de Fútbol "sorprendida y preocupada".
Exigencias del club y la selección
Ambos le exigen que juegue todos los minutos posibles en cada partido, simplemente porque ya es el referente de la selección nacional.
Si se analizan sus cifras desde que debutó con 15 años, se entiende por qué tanto el club como la selección le piden tanto.
En 127 partidos disputados, 100 de ellos como titular, Lamine Yamal ha marcado 34 goles y ha dado 37 asistencias.
En el Barcelona, solo Robert Lewandowski, Raphinha y Ferran Torres tienen mejores registros, aunque cada uno ha jugado al menos 34 partidos más.
Quizá lo más llamativo es que ha generado 179 ocasiones, una cifra impresionante para un futbolista que no cumplirá 19 años hasta julio de 2026.
Su ausencia total de miedo, sin importar el rival, junto a una capacidad innata fuera de lo común, le han dado una confianza absoluta en su juego y una actitud desafiante que le caracteriza.
Mucho margen de mejora
Es cierto que esa seguridad ya ha empezado a molestar a algunos rivales —basta ver cómo el veterano Dani Carvajal cayó en la provocación al final del Clásico—, pero quitarle ese carácter sería restarle parte de lo que le hace especial.
Por supuesto, irá mejorando con la experiencia, pero sinceramente, lo necesita.
Quienes están demasiado dispuestos a coronarle como el nuevo mesías antes de que deje una huella imborrable en el fútbol, deberían analizar más a fondo algunos datos.
Solo Lewandowski tiene un porcentaje de pases completados peor que el de Lamine Yamal en las últimas temporadas, y muchos dirán que el juego del internacional polaco se basa más en estar en el sitio adecuado para marcar que en asociarse con sus compañeros.
Aunque las estadísticas de pases del joven rondan el 70% alto, eso no es suficiente para cualquier jugador del Barcelona, y menos para uno en el que el club parece depositar tantas esperanzas de futuro.
No tiene juego aéreo destacable; solo ha ganado cinco duelos por alto, una cifra muy inferior a la de cualquier otro miembro de la primera plantilla, incluidos los porteros.
Un 52,9% de éxito en duelos individuales por el suelo tampoco es para presumir, lo que sugiere que, pese a su calidad ofensiva, aún tiene mucho trabajo por delante para cumplir con sus obligaciones defensivas.
Dejad que sea un adolescente
Está claro que, en algunos aspectos, el joven sigue siendo un chico normal, y menos mal.
Ha acaparado tantos titulares fuera del campo por ciertos comportamientos, y también es positivo.
Con 18 años, hace lo mismo que cualquier persona de su edad, con la única diferencia de que él está bajo el foco mediático.
Mientras siga rindiendo en el campo, debería permitírsele cierta libertad en sus decisiones personales, que no tienen por qué influir en su trabajo.
El Mundial 2026 puede ayudar a forjar su leyenda
Habrá que estar atentos a si el conflicto entre club y selección sigue creciendo en los próximos meses y durante el año del Mundial, sobre todo para ver si afecta al rendimiento y estado anímico del jugador.
Si sus problemas físicos actuales son solo pasajeros, Lamine Yamal podría empezar a consolidar su legado en el fútbol con actuaciones estelares en el gran evento de la FIFA el próximo verano.
Mientras tanto, lo mejor que puede hacer es seguir siendo fiel a sí mismo dentro y fuera del campo, mantener la humildad, ignorar las críticas, escuchar a su cuerpo técnico y a quienes le rodean, y continuar trabajando para sí mismo, con la esperanza de que algún día alcance el estatus de auténtica leyenda.
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