Centro de datos del Gil Vicente-Oporto
Después del triunfo convincente en Madeira (0-2), César Peixoto admitió que Hevertton Santos no estaba en las mejores condiciones, lo que llevó a la elección de Zé Carlos, el único cambio realizado en los gilistas. Ocho meses después del desastre en Barcelos que provocó el adiós de Vítor Bruno como entrenador, Francesco Farioli tenía el mismo problema que su homólogo tras la lesión no tan grave de Martim Fernandes y la ausencia de Francisco Moura, lo que promovió el regreso de Zaidu a la titularidad.
Entrada antideslizante
Cumplido el minuto de silencio en memoria de Joaquim Oliveira, el Oporto salió presionando para evitar la tercera derrota consecutiva en Barcelos, la última de mal recuerdo. En 15 minutos, los dragones sumaban el 75% de la posesión y también cinco faltas, con las que iban impidiendo los ataques rápidos de los gilistas.
Después de aproximaciones peligrosas con mala definición en el último tercio, el equipo de Farioli se adelantó en el marcador a través de una jugada a balón parado, justo cuando el Gil Vicente ya equilibraba el tablero. En un saque de esquina lanzado por Gabri Veiga de forma tensa al primer palo, Victor Froholdt entró con fuerza y cabeceó sin opciones para Andrew. Fue el primer gol del danés, que llegó este verano al Dragão.
Se desató el nudo, que pudo haber sido mucho mayor cuando Samu Omorodion remató de primeras por encima del travesaño y Pepê probó suerte desde fuera del área, ambos desviados. Justo después de este último remate, el delantero español salió en la presión a un defensa y se quedó en el césped agarrándose el cuádriceps izquierdo. Tuvo que ser sustituido entre lágrimas por Luuk de Jong, que acabó teniendo una actuación muy discreta.
A partir de ahí, los barcelenses crecieron y amenazaron con el empate, primero con un prometedor disparo de Luís Esteves, antes de dos jugadas consecutivas. En una falta ensayada, el venenoso centro de Bermejo sembró el pánico, Diogo Costa reclamó falta y Victor Froholdt evitó el gol de Buatu sobre la línea. En el siguiente córner, el guardameta despejó mal el balón y Luís Esteves, con todo para marcar, falló el tiro. El descanso llegó tras el alboroto y con ventaja portista.
Suspiro de alivio transformado en un grito de renacimiento
El reinicio volvió sin cambios en los jugadores, pero sí en el marcador. En menos de dos minutos, la banda izquierda de los dragones entró en acción, con Gabri Veiga lanzando a Zaidu junto a la línea de fondo, quien centró al área pequeña donde apareció Pepê para empujar y marcar por segundo partido consecutivo. Un arranque de ensueño para el brasileño, que la temporada pasada estuvo muy por debajo de su nivel.
Fue un duro golpe en las filas de los gilistas. Un tiro libre en zona prometedora podría haberles dado un nuevo aliento, pero Luís Esteves no pudo engañar a Diogo Costa, que estuvo atento. El Oporto bajó el ritmo y dio prioridad al control defensivo, aunque William Gomes y Eustáquio, recién ingresados, estuvieron cerca de ampliar la diferencia. En los locales, César Peixoto aún dio entrada a Agustín Moreira, Santi García y Gustavo Varela.
El momento que muchos dragones esperaban llegó a 10 minutos del final, con el debut oficial de Rodrigo Mora esta temporada, acompañado por Zé Pedro. El joven centrocampista aún intentó un gol de bella factura, pero Andrew estuvo atento. Ya en tiempo de descuento, Zaidu arrancó desenfrenado por la izquierda, pasó a Luuk de Jong para lanzar al chico frente al gol, pero su remate con la zurda salió rozando el poste.
Jugador Flashscore del partido: Victor Froholdt (Oporto).