En una entrevista exclusiva con Flashscore, el jugador de Canarinhos, que aprendió a ver el fútbol "de otra manera" en la cantera del Barcelona, confiesa que los aficionados portugueses aún no han tenido la oportunidad de conocer la mejor versión de él.
En este viaje entre el presente y el pasado, Orellana desvela también los tres jugadores que más le han sorprendido en Portugal.
"Me gusta el fútbol portugués"
Pregunta: ¿Va bien la experiencia en el Estoril?
Respuesta: Sí, está yendo bien. Al principio, como en todos los sitios nuevos, fue un poco difícil, pero el club me dio todas las facilidades del mundo para adaptarme lo más rápido posible y sacar lo mejor de mí, y la verdad es que estoy muy contento de estar aquí.
P: ¿Qué quería saber del Estoril tras su primera toma de contacto? ¿Pensó que era una buena oportunidad?
R: El Estoril se puso en contacto conmigo bastante pronto, todavía estaba al final de la competición en el club en el que jugaba. En aquel momento, estaba muy centrado en el otro club, así que no me lo pensé mucho de inmediato. Pero en cuanto terminó la temporada, hablé con Alejandro (Marqués) para saber más y me escribió sobre el club, la ciudad... La verdad es que eso me ayudó mucho, porque cuando no conoces un lugar, como yo no conocía Estoril, obviamente tener a alguien conocido ayuda mucho. Pero, sobre todo, fue muy gratificante, porque cuando un club se pone en contacto contigo, significa que está muy interesado, y eso era muy importante para mí.
P: ¿Qué realidad encontró?
R: Alejandro me dijo que era un club muy familiar, algo que no es muy común en el mundo del fútbol, no siempre sucede. Confieso que al principio era un poco escéptico, porque cuando investigas sobre Estoril, parece estar cerca de Lisboa, una gran ciudad, y te imaginas un ambiente menos familiar. Pero, como he dicho antes, cuando llegué aquí me di cuenta rápidamente de lo cercano que es el club. El primer día conoces prácticamente a todo el mundo, a todo el personal, a toda la gente que trabaja aquí. Creo que eso es muy importante para un jugador y facilita, sobre todo, la adaptación.
Lo que más me sorprendió fue darme cuenta de que un club de la Liga, en un país como Portugal, tiene esa capacidad de estar tan cerca del jugador.

P: Jugaba en la segunda división española. ¿Ve muchas diferencias desde el punto de vista competitivo?
R: Aunque sea el mismo deporte, cada país tiene su propio estilo. En España, podemos decir que el juego es más táctico, más estratégico, mientras que aquí es un fútbol más físico, con más transiciones. Es cierto que, al principio, todo lo nuevo requiere adaptación, y cuesta trabajo ajustarse. Pero el club tiene todos los recursos y herramientas necesarias para que los jugadores que llegan, como yo y muchos otros esta temporada, se adapten lo antes posible y consigan sacar lo mejor de sí mismos, su mejor versión, para ayudar al equipo.

"¿El Oporto? Nuestra ambición puede superar cualquier obstáculo"
P: Con 36 puntos, la permanencia está garantizada. ¿Qué pueden conseguir aún en los próximos partidos, empezando por el Oporto?
R: Como decía, somos un equipo joven. Al final, los jóvenes son ambiciosos. Tenemos muchas ganas de ganar y no nos centramos en lo que ya hemos conseguido, sino en lo que todavía podemos conseguir.
El próximo partido es contra el Oporto. Es un adversario que, a priori, en términos de club y de estatus, es superior a nosotros. Pero creo que a lo largo de la temporada hemos demostrado que podemos competir contra cualquier equipo. Y creo que, como grupo, hemos demostrado que nuestra ambición puede superar cualquier obstáculo. Vamos a salir al campo a ganar los tres puntos y, sobre todo, en este periodo final con nuestra afición, que obviamente, con resultados positivos, todo suma y ayuda, pero la necesitamos porque, al fin y al cabo, nos sentimos muy cerca de ella.

"Seguía un poco la liga porque tenía algunos amigos en ella, como Abel Ruiz"
P: ¿Seguía la liga portuguesa? ¿Cuál es su opinión?
R: Seguía un poco la liga porque tenía algunos amigos en ella, como Abel Ruiz, que jugaba en el SC Braga, y Víctor Gómez, que todavía está en el SC Braga. Seguía sus partidos, sobre todo por amistad. Pero, bueno, creo que la liga es muy competitiva. En cada partido, no importa la clasificación, porque cualquier equipo puede ganar a cualquier otro. Creo que eso se demuestra en cada jornada, siempre hay alguna sorpresa. A priori, un equipo mal posicionado puede ganar a uno superior. También me ha gustado mucho el nivel general de los jugadores. Creo que hay mucho talento individual.
En cada equipo, hay dos o tres jugadores que probablemente estén muy por encima de esta categoría. Y eso, para los jugadores que vienen de fuera, hace que nos fijemos más en una competición que, a priori, puede ser menos conocida.
P: ¿Qué ha hecho que la liga portuguesa sea tan atractiva para los jugadores españoles?
R: Creo que es una liga que ayuda a muchos jugadores jóvenes que necesitan una oportunidad en una primera división como ésta. También creo que la competitividad, de la que hablaba antes, contribuye al rápido crecimiento de los jugadores jóvenes. Y en el caso de la española, quizá por su proximidad geográfica, creo que es una liga muy atractiva. Y, como he dicho antes, el nivel de competición ayuda mucho a crecer rápidamente y a tener la oportunidad que todos deseamos cuando somos jóvenes.
P: ¿Cree que la gente ha visto al verdadero Orellana?
R: No, no, claro que no. Soy consciente de que el periodo de adaptación ha terminado. Ahora empiezo a ser quien realmente soy. Me encuentro muy bien, tanto física como mentalmente, y creo que puedo dar muchas más alegrías al club y a la afición de las que he dado hasta ahora.

P: ¿Ir al Estoril fue una decisión acertada?
R: Sí, creo que sí. Al final, cuando tomamos una decisión, creemos que siempre es la correcta. No hay que mirar atrás y, siendo como soy, tan feliz como estoy, creo que sí.
Tiempo en La Masía: "Te hacen ver el fútbol de otra manera"
P: Volvamos al punto de partida. ¿Cuál es su primer recuerdo del fútbol?
R: Bueno, el primer recuerdo que tengo es con mi hermano mayor, que siempre ha jugado desde pequeño. Siempre recuerdo ir a ver sus partidos con mi familia, y creo que de ahí surgió mi deseo de jugar. Y de hecho empecé a jugar en el equipo de mi barrio. Y, poco a poco, vas creciendo como persona, empiezas a darte cuenta de que a lo mejor eres mejor de lo que pensabas o que ya no es un hobby y empiezas a verlo como algo más. Y por suerte, a los 12-13 años, entré en una academia española de primer nivel y luego todos los años que pasé en el Espanyol y después en el Barcelona me ayudaron a ver el fútbol de otra manera, quizás más profesional.
P: La filosofía de La Masía: ¿Cómo ha moldeado Barcelona su actitud personal y profesional?
R: Bueno, es difícil porque empecé muy joven allí y entiendo cuando dice que, desde fuera, quizá no se sepa qué tiene de especial. Pero yo creo que, desde el primer día que vas allí, te hacen ver el fútbol de otra manera. El famoso "juego de posición" o "fútbol de posición", como ellos lo llaman, te enseña que cada posición debe tener unas características determinadas y debe percibir el juego de una manera específica.
P: ¿Ya a los 12/13 años?
R: Yo entré con 13, 14 años y recuerdo que el primer día Franc Artiga me lo explicó todo enseguida. Básicamente, enseñan lo mismo a niños de 6 años que a jóvenes de 18. El modelo de entrenamiento es el mismo. Es verdad que, al final, la repercusión y la imagen que tiene es muy, muy grande, pero creo que, a nivel futbolístico y también a nivel personal, se enseñan valores y cosas que, desde que me fui, no he visto en ningún otro sitio.

P: Tuvo la oportunidad de seguir de cerca al que para muchos es el mejor Barcelona de todos los tiempos...
R: Mi generación tuvo la oportunidad de seguir al mejor Barça de los últimos años. Tuve la suerte de poder compartir algunos entrenamientos, algunos partidos con ellos, y no te lo puedes creer, porque para ti es un sueño: lo que ves por televisión, ahora estás compartiendo el vestuario o el campo de entrenamiento con ellos. Y te guste o no, son recuerdos que no puedes olvidar.
P: ¿Algún recuerdo que le impacte?
R: Recuerdo, por ejemplo, una de las primeras veces que subí al primer equipo, no recuerdo el año, pero fue con Ernesto Valverde de entrenador. Era la típica sesión de entrenamiento después de un partido, en un momento en el que Dembélé se estaba lesionando. Creo que era el primer o segundo entrenamiento después de una lesión, lo cual es normal, el jugador no está en su mejor momento físico, pero me impresionó. Nunca había visto nada igual, no parecía tener ninguna lesión. Corría a diestro y siniestro, esprintando, era increíble. Y pensé: 'Si está así, fuera de ritmo y físicamente por debajo de su mejor nivel, ¿cómo será cuando esté al cien por cien?'. Así que, por supuesto, cuando alguien se lesiona, tienes ese miedo, ese temor, pero luego ves ese nivel de juego, esas estrellas a las que temes al principio, pero que al final tienen un talento natural tan fuera de lo común, algo tan diferente a los demás, que se te queda grabado en la memoria.
P: Fue campeón de Europa sub-17 y sub-19, e incluso ganó la Youth League con el Barcelona. ¿Cómo recuerda estos logros?
R: Muy contento. Es cierto que entonces no era muy consciente de ello porque, como usted dice, cuando tienes 16, 17 o 18 años, no te das cuenta de que no es normal ganarlo todo como hicimos en aquella generación. Pero, volviendo a lo que decíamos al principio, sobre el proceso y el grupo, éramos un grupo, en el caso de la selección, que llevábamos juntos desde los 15 años. Al final, tardamos cuatro o cinco años en trabajar juntos, teníamos un entrenador que nos conocía bien, y esa "familia" que formamos fue fundamental para conseguir los resultados que conseguimos. Lo mismo ocurrió con la Youth League. Era una generación 1999-2000 que ya llevaba tres años en el mismo grupo, y todos nos conocíamos muy bien. Y luego están esos detalles en semifinales y finales que a veces marcan la diferencia entre ganar y perder. Creo que formar una familia, como estamos haciendo ahora aquí en Estoril, también ayuda a conseguir buenos resultados.
P: ¿Fue difícil cerrar el capítulo de Barcelona?
R: Fue difícil, porque desde pequeño siempre he tenido este sueño y cuando por fin lo consigues, no quieres que se acabe nunca. Pero al mismo tiempo, te enseñan que no todo el mundo tiene su sitio. Donde estén los mejores del mundo, obviamente estarán los mejores del mundo. Nunca cierro la puerta a un posible regreso, porque es un sueño haber crecido allí y poder jugar allí. Sin embargo, el fútbol nos enseña que hay mucho más que eso. Ahora mismo, estoy muy contento en el Estoril.
P: ¿Lamenta no haber debutado con el primer equipo?
R: Sí, y también tuve la oportunidad de entrar, pero por circunstancias del fútbol no se materializó. Sin embargo, estuve muy cerca en partidos privados, en los que pude jugar, pero no en partidos oficiales...

"Espero que el Barcelona gane LaLiga"
P: Después del Barcelona estuvo en Andorra, en el club presidido por Piqué... Háblenos de esa experiencia.
R: La verdad es que ese verano el contacto llegó bastante pronto. Como decía al principio, creo que cuando un club te llama significa algo muy positivo y es algo que tienes que valorar. La figura de Éder Sarabia, por haber coincidido con él en el Barcelona, y también la de Piqué, que me conocía del vestuario del Barça, tuvieron mucho que ver en mi decisión. Además, el club ofrecía exactamente lo que yo buscaba en ese momento: un paso intermedio, quizá en una segunda liga, pero con la oportunidad de acumular minutos y partidos para crecer. Sentí que era el mejor momento y el mejor lugar para estar.
P: ¿Quién va a ganar LaLiga?
R: Ufff, no lo sé... Espero que gane el Barcelona, pero ahora mismo está muy difícil.

P: ¿Qué tipo de historia le gustaría crear en el fútbol? ¿Qué imagen le gustaría que tuvieran de usted el día que decida dejar de jugar?
R: Ante todo, creo que, como jugador, es muy bonito dejar un recuerdo, pero también es difícil. Sin embargo, lo más importante es que, por encima de todo, somos personas. Lo que más me gustaría es, al final de mi carrera, recibir el cariño de la gente de los lugares en los que he estado: Barcelona, Andorra, Estoril o cualquier otro. Recibir esos mensajes de cariño de la gente que me ayudó en el día a día, que estuvo conmigo. Creo que cuando dejas una huella positiva allá donde vas, es una buena señal. Al final, lo más importante es sentir ese cariño de la gente que nos ha ayudado en el camino y saber que ese apoyo ha sido recíproco. Y que, al final de este viaje, esas personas también pueden estar ahí.