Su ventaja de 24 puntos sobre el Mónaco a falta de seis jornadas para el final del campeonato significa que ha sellado el título de esta temporada, y cuenta la historia de un club que opera en un planeta diferente al de sus rivales, una máquina puesta a punto para triunfar sin tregua en su feudo.
El equipo de Luis Enrique se ha mostrado implacable y el 1-6 que le endosó al Saint-Etienne hace ocho días fue otra demostración de su poderío, una declaración de que, incluso con los cambios, su dominio sobre el fútbol francés sigue siendo férreo.
La victoria contra los Verdes amplió a 38 partidos su racha de imbatibilidad a domicilio, una gesta sólo igualada en las cinco grandes ligas europeas por el AC Milan de 1991/93, y aunque el 1-0 del sábado contra el Angers no fue impresionante, acabó con lo inevitable.
Además, el PSG puede convertirse en el único equipo de la máxima categoría francesa que permanece invicto a lo largo de una temporada, lo que ha supuesto otra procesión y puede dañar el valor de la Ligue 1.
"Somos el mejor equipo desde el principio de la temporada. Somos campeones desde hace semanas", declaró a la prensa la semana pasada Luis Enrique, que sólo ha perdido dos de los 61 partidos de liga que ha disputado con el PSG.
Ni siquiera la marcha de Kylian Mbappé ha aflojado el dominio del PSG, sino que ha dado al equipo una mentalidad más colectiva que le permitió deshacerse del Liverpool en octavos de final de la Liga de Campeones.
Ousmane Dembélé ha llenado el vacío con estilo, encajando en el papel de falso nueve y marcando 23 goles este año. Unas actuaciones que incluso despertaron murmullos de un aspirante al Balón de Oro. Su transformación bajo la batuta del técnico asturiano se ha extendido más allá de la Ligue 1, y aunque todavía persisten los fantasmas de anteriores fracasos europeos, su imponente avance a costa del Liverpool dejó entrever un PSG nuevo y más férreo.
Ahora le aguardan unos cuartos de final contra el Aston Villa y después, la final de la Copa de Francia contra el Stade de Reims pondrá a prueba de nuevo el hambre del PSG.
Una vez concluida la liga, el reto de Luis Enrique es mantener a sus jugadores atentos y concentrados.
"Es una cuestión de motivación", declaró recientemente Luis Enrique, que fue criticado cuando el PSG pasó apuros al principio de la temporada. "Tenemos grandes objetivos que perseguir. Todavía tenemos partidos importantes que jugar para mantener la equidad del campeonato, y queremos terminar invictos", dijo el español el sábado.
Para el PSG, la Ligue 1 se ha convertido en algo anecdótico. Sin embargo, esta temporada, como todas las demás desde que Qatar Sport Investments (QSI) se hizo cargo del equipo en junio de 2011, se juzgará por lo que viene después: su búsqueda de la supremacía continental, el único premio que siempre se le ha escapado.
Siga aquí el partido de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones del PSG.