Casi seis meses después de su llegada, el exentrenador de Real Madrid se está adaptando a una rutina muy diferente a la de los clubes, cambiando los entrenamientos diarios por un trabajo más esporádico mientras prepara el camino hacia el Mundial de 2026 en Canadá, México y Estados Unidos.
La derrota por 3-2 ante Japón el mes pasado fue un toque de atención para Ancelotti, cuyo equipo solo había encajado un gol en sus cinco primeros partidos antes de la remontada japonesa en Tokio.
Tras ese desplome defensivo cuando ganaba 0-2 al descanso, reforzar la zaga se ha convertido en una prioridad para Ancelotti.
"La defensa fue fundamental en las últimas victorias de Brasil en el Mundial", señaló Ancelotti, inspirándose en los triunfos de 1994 y 2002.
"Un equipo con grandes individualidades, que disfrutaba jugando pero sabía cómo no quedar expuesto... Recuerdo el 94, un equipo con dos mediocentros defensivos, muy sólido atrás y con Bebeto y Romario arriba para marcar la diferencia. Eso es lo que pienso para el Mundial. Una defensa sólida ayuda a que los jugadores de calidad marquen la diferencia".
El central de Real Madrid Eder Militao apunta a ser titular como lateral derecho ante Senegal, mientras el técnico sigue buscando laterales fiables. "Militao tiene un perfil diferente al de otros laterales derechos. Le voy a pedir algo distinto en cuanto a calidad y estilo de juego", añadió.
"Es una opción que podemos utilizar en el Mundial para dar más solidez defensiva al equipo, pero encajamos tres goles contra Japón, hemos analizado nuestros errores y vamos a intentar mejorar en ese aspecto para hacer un buen partido".
Una adaptación positiva
Adaptarse al fútbol internacional ha requerido paciencia para un entrenador acostumbrado a interactuar a diario con sus jugadores.
"Para mí, está siendo una buena experiencia. Cuando llegué, era para preparar los dos partidos de clasificación para el Mundial (contra Ecuador y Paraguay), y después tuve que hacer algunos ajustes", comentó, con la victoria por 1-0 ante Paraguay que aseguró el pase a la fase final.
"No estoy acostumbrado a trabajar de vez en cuando. Antes trabajaba todos los días, y ahora es diferente. El trabajo de seguimiento de jugadores ha sido lo más difícil de adaptar, pero lo estoy disfrutando".
A pesar de los retos, Ancelotti parece revitalizado por su nuevo entorno en su casa de Río de Janeiro. "Para mí es muy bueno, es un trabajo diferente y de observación, que ha sido muy positivo. Tengo la oportunidad de trabajar en un ambiente excelente, conocer otro país. Brasil es fantástico y la acogida ha sido espectacular".
El partido del sábado tiene una curiosa nota histórica: Senegal es uno de los dos únicos equipos a los que Brasil se ha enfrentado, pero nunca ha logrado vencer, junto a Noruega.
El registro de la Canarinha ante el conjunto africano es de un empate en 2019 y una derrota en la 2023, por lo que el séptimo partido de Ancelotti al mando ofrece la oportunidad de saldar cuentas pendientes.
