Bellingham, estrella de Inglaterra, es sin duda un talento extraordinario, pero ciertos aspectos de su comportamiento amenazan con eclipsar lo que logra sobre el césped.
Con apenas 22 años, el centrocampista suele moverse como si estuviera convencido de que no tiene rival.
Controversia con Tuchel
¿Quién puede olvidar, por ejemplo, cómo celebró el gol del empate en el último minuto para Inglaterra ante Eslovaquia en la Eurocopa 2024?
“¿Quién más?” exclamó tras correr hacia la banda, y después del partido añadió: “Se escucha a mucha gente decir tonterías, así que cuando cumples, es bueno poder responderles un poco.”
¿Iba dirigido al seleccionador Gareth Southgate? ¿O a los numerosos aficionados, periodistas y expertos que habían criticado su rendimiento en el torneo? Sea como sea, estaba lanzando un mensaje claro.
Thomas Tuchel ha sustituido a Southgate al frente de la selección inglesa y ya había generado polémica con un comentario previo sobre la actitud de Bellingham.
“A veces se ve la explosión contra los árbitros y la rabia,” comentó el técnico alemán.
“Ese carácter es difícil de encontrar. Si sonríe, se gana a todos, pero a veces se nota la furia, el hambre y el fuego, y sale de una forma que puede resultar algo desagradable.”
Descontento en Albania
Tras el partido en Albania, Tuchel volvió a ser preguntado por el lenguaje corporal de Bellingham después de decidir sustituirlo.
“No le gustó, pero a nadie le gusta. Así es... Es la decisión y tiene que aceptarla,” afirmó.
“Vi que no estaba contento. Hasta cierto punto, si tienes jugadores como Jude, tan competitivos, nunca les va a gustar, pero mi palabra es la que cuenta.”
“Se trata de estándares, de nivel, de compromiso y respeto entre todos... No vamos a cambiar nuestra decisión porque alguien agite los brazos.”
De nuevo, la narrativa desvió la atención de lo que fue una actuación más que aceptable del jugador del Real Madrid.
Actuación brillante en todas las facetas
Sus cuatro intervenciones en el área rival solo fueron superadas por Harry Kane, quien no tuvo ninguna hasta que marcó su primer gol en el minuto 74.
Con 79 toques totales, fue el centrocampista o atacante de Inglaterra que más participó, mientras que sus 12 duelos individuales, de los cuales ganó siete, fueron también la cifra más alta del partido.
En defensa, logró el mayor número de entradas junto a otro jugador y fue el único que tuvo éxito en todas ellas. Además, los tres faltas que le hicieron fueron también la cifra más alta entre todos los futbolistas de ambos equipos.
Como ocurre en el Real Madrid, la calidad de Bellingham es incuestionable, lo que hace que la insistencia de Tuchel en exigirle un comportamiento ejemplar resulte aún más llamativa.
Jobe, con dificultades en el Dortmund
¿Se atrevería realmente el seleccionador inglés a dejar fuera al centrocampista de la convocatoria para el Mundial solo porque Bellingham se está volviendo impredecible? Tomar esa decisión sería, sin duda, la más arriesgada de la carrera de Tuchel, especialmente si los Three Lions fracasan en Estados Unidos.
Ese ‘fuego’ del que hablaba el alemán probablemente proviene de su padre, Mark, quien, según se comenta, puede ser demasiado agresivo y exigente en privado cuando se trata de hablar sobre la carrera futbolística de sus hijos.
Su otro hijo, Jobe, no ha tenido el mejor inicio en el Borussia Dortmund, mientras la familia intenta que el menor siga los pasos de Jude.
En su debut ante el St. Pauli, fue sustituido en el descanso y Bellingham padre bajó al túnel para encararse con el director deportivo del Dortmund, Sebastian Kehl.
La bronca que siguió no sentó nada bien, y desde entonces se prohibió la presencia de padres en esas zonas.
Solo un partido completo en la Bundesliga
Quizá la actitud de Mark Bellingham siga afectando a Jobe, ya que en 16 partidos disputados en todas las competiciones con el equipo de la Bundesliga, solo ha dado una asistencia en la Champions League ante el FC Copenhage.
Si sumamos el Mundial de Clubes en verano, añade otra asistencia y un gol a su currículum, pero está claro que ese rendimiento está lejos de ser suficiente.
No fue hasta el partido ante el Hamburgo a principios de noviembre cuando por fin jugó los 90 minutos completos en la máxima categoría alemana. Solo lo ha logrado dos veces más: ante Copenhagen en la UCL y frente al Eintracht Frankfurt en la Copa de Alemania, sin ser sustituido antes del final o empezar en el banquillo.
Con sus valoraciones Flashscore rara vez por encima de siete sobre diez, queda claro lo mucho que le está costando adaptarse a su nuevo entorno.
Hora de dejar que el fútbol hable...
Para dos jóvenes que aún tienen por delante los mejores años de sus carreras, cabe preguntarse si la situación actual es solo un bache o si estamos presenciando el inicio del declive del imperio Bellingham.
Ha llegado el momento de que el fútbol —y nada más— vuelva a ser el protagonista...
