Noruega goleó en casa a Moldavia. Y todo el mundo se dio cuenta muy pronto, pues a los cinco minutos Myhre ya había marcado con un cómodo gol tras un perfecto pase de Haaland. Las ganas de ganar de los escandinavos eran enormes, como demostró dos minutos más tarde una carrera serpenteante de Nusa que desembocó en un zurdazo de Odegaard que no terminó en gol por poco.
En el minuto 11, Mhyre devolvió el favor a Haaland, que tras una asistencia casi involuntaria de su compañero, encontró el 2-0 con un preciso zurdazo y confirmó las intenciones goleadoras de los anfitriones. El tercer gol era cuestión de tiempo, y llegó en el minuto 37, cuando Odegaard se escapó en el contraataque y puso un espléndido pase en profundidad para el bombardero del City, cuyo zurdazo fue implacable.
El apetito no cesaba en los noruegos, que encontraron su cuarto gol antes de que acabara el primer periodo. De nuevo fue Haaland quién lo firmó, una vez más asistido desde lejos por Odegaard y luego rematado hábilmente a la escuadra tras haber superado de cabeza al portero, evitando la intervención de un defensa colocado en la línea de gol. Insaciables, los escandinavos llegaron también al quinto gol, esta vez obra de Odegaard, que aprovechó un rechace en el centro del área para fusilar a Avram y sentenciar así la primera parte.
A la salida de los vestuarios, la tendencia no cambió. Y con las puertas cambiadas, el huracán nórdico no se detuvo, y Haaland firmó el póquer con un cabezazo a centro de Wolfe en el minuto 52. Y sólo el larguero le negó el placer del triplete cuando, a la hora de juego, volvió a cabecear por encima de su marcador, esta vez un centro desde la derecha.
El séptimo sello, sin embargo, llegó poco después gracias al recién entrado Asgaard, cuyo derechazo tras un contragolpe letal aumentó el botín de los noruegos, dominadores absolutos sobre el terreno de juego y en el grupo de clasificación. Cuando el partido llegaba a su fin, también hubo lugar para un torpe gol en propia meta del genovés Ostigard, que metió un rebote malintencionado hacia su propio portero, al que el balón superó.
Deseosa de mantener su enorme diferencia de goles sobre Italia, Noruega marcó su octavo gol: Haaland volvió a eclipsar a todos en un centro desde la derecha, pero su cabezazo fue rechazado por Avram. En el rechace, sin embargo, apareció de nuevo Asgaard, cuyo derechazo acabó en la portería para el 8-1.
A continuación, el jugador del Rangers, de 23 años, tuvo el honor de sumar un triplete personal al marcar el 9-1 de penalti, por cortesía de un Haaland que luego haría su quinto con un lanzamiento desde el centro del área tras un saque de esquina. Para él fue el gol número 48 en 45 partidos con su selección, a la edad de 25 años. Al final también llegó el 11º gol, firmado por Asgaard, autor a su vez de un póquer. El equipo escandinavo voló a lo más alto de la clasificación y con una diferencia de goles de +21 frente a los +5 de los azzurri, para quienes, de momento, el primer puesto es una quimera
