Centro de datos del España-Bulgaria
Con Samu Omorodion como referente ofensivo y las novedades de Laporte, Grimaldo y Baena, la Roja no varió un ápice su idea de juego: avasallar con y sin balón. La duda no era si la Roja iba a ganar o no, sino por cuánto y cuándo abrirían la lata. Aguantaron los centroeuropeos 34 minutos. Más de media hora de un asedio continuo por tierra y aire, por las alas y por los interiores, con combinaciones e individualidades.

Vatsov, el meta búlgaro, se ganó en esos momentos el título de héroe nacional. Le detuvo dos balonazos a Samu, otro a Oyarzabal y uno más a Baena. Y allá donde no llegaban sus manos se aliaba el larguero para impedir que la genial ocurrencia de Pedri no acabara en gol. Ay, Pedri, qué bueno es. No es que vaya andando, es que para el tiempo cuando tiene la bola, hipnotiza a sus enemigos y así encuentra a sus compañeros en la mejor posición. De él partió el 1-0 tras una decena de llegadas. Como hizo ante Georgia, colgó una pelota con suavidad y ternura allá en el espacio donde debía aparecer Le Normand. Y el central, generoso como en el duelo anterior, asistió donde algún compañero tenía que estar. Si el sábado fue Yeremi Pino, esta vez fue Mikel Merino el que por fin derribó la resistencia búlgara.
La superioridad y el dominio eran tales que se tomaron unos segundos para relajarse... y casi cuesta caro. Despodov le ganó a espalda a Laporte y a Le Normand, pero entre que estos recularon bien y que el punta llegó exhausto al área de Unai Simón, la ocasión se perdió en el limbo.
La lucha por el 9 no la ganan ni Samu ni Borja
Sorprendió De la Fuente dejando a Samu en el vestuario para dar entrada a Borja Iglesias. El gallego tuvo tres oportunidades seguidas, a cada cual más clara, para volver a marcar con la selección. Pero las falló. Así que tuvo que ser Mikel Merino el que volvió a aparecer en el área para, otra vez con la cabeza, marcar el 2-0.
De nuevo con ese aire de superioridad, la zaga se volvió a despistar y de nuevo Despodov se plantó en el mano a mano ante Simón. Y otra vez erró en su disparo. Así que para mantener la tensión, el técnico movió el banquillo con Aleix García, Yeremi Pino y, poco después, Pablo Barrios y Vivian. España, entonces, volvió a jugar a placer, a no sufrir, a divertir al público de Pucela con combinaciones exquisitas.
Así llegó el 3-0, obra de Chernev en propia meta en su intento de despejar el centro de Yeremi Pino a Borja.
Hubo más ocasiones de los españoles para redondear aún más el marcador. La mejor, la del penalti que recibió Merino. Fue Oyarzabal quien lo tiró esta vez, sin cederlo a nadie. Y qué disparo sacó con su zurda para sellar el partido con un contundente 4-0.
Sólo Turquía, que goleó a Georgia, le puede seguir el ritmo. Será decisivo, desde luego, el choque del 18 de noviembre ante los otomanos. Aunque tres días antes podría llegar el pase al Mundial en la visita española a Georgia.

Jugador Flashscore del partido: Mikel Merino (España).