El equipo de Arteta afronta el choque de Año Nuevo contra el Brentford a nueve puntos del Liverpool, líder de la tabla.
El conjunto de Anfield ha ganado 14 de los 18 partidos de liga disputados esta temporada, lo que le convierte en firme favorito para hacerse con un título que el Arsenal esperaba poder ganar.
Con el campeón, el Manchester City, en plena efervescencia, los Gunners, terceros, esperaban sacar provecho del subcampeonato de los dos últimos años.
Pero el Arsenal ha pagado el precio de una racha irregular que le ha dejado muy lejos del primer puesto, lo que ha llevado a Arteta a lanzar un grito de guerra antes de su último partido de 2024.
"Tenemos que seguir siendo como un martillo, estar ahí todos los días, y si alguien gana todos los partidos entonces le felicitamos y pasamos a la siguiente temporada", dijo el español.
"Pero si no lo hacen, y en la historia eso no ha ocurrido, entonces estaremos ahí".
El Arsenal aspira a ganar su primer título desde 2004, pero no podrá contar con Bukayo Saka durante un largo periodo de tiempo, después de que el extremo inglés fuera descartado hasta marzo como mínimo por una lesión en los isquiotibiales.
Saka se perderá al menos otros nueve partidos de la Premier League, así como la eliminatoria de tercera ronda de la Copa de Inglaterra contra el Manchester United y la semifinal a doble partido de la Copa de la Liga contra Newcastle.
La ausencia de Saka, unida a la lesión de rodilla de Raheem Sterling (30), podría dar entrada a Leandro Trossard (30) en la banda izquierda del Arsenal, mientras que Gabriel Martinelli (23) podría cambiar de banda para ocupar el hueco dejado por el jugador brasileño.
Trossard ha entrado y salido del equipo de Arteta desde su fichaje por el Brighton hace dos años, pero el técnico de los Gunners afirmó que siempre se mantuvo comprometido.
"Tiene muy buen carácter, pero todos quieren jugar. Leo ha mostrado mucha más consistencia en los últimos 12 meses. Sube el nivel, y si juega a ese nivel entonces jugará como cualquier otro", dijo Arteta.
"Tiene la capacidad de hacer algo especial en el tercio final. Ha jugado como extremo izquierdo, como centrocampista ofensivo, ha jugado como nueve y es un jugador que valoro mucho".
"Leo es naturalmente un poco quejica, pero eso me gusta porque es muy competitivo y en los entrenamientos siempre está pendiente de la decisión del árbitro, porque quiere ganar.
"Puede causar impacto porque tiene ese empuje, esa rabia que dice: 'Te lo voy a demostrar', y eso me encanta de él".