A nadie se le escapa que la carrera de Guardiola está plagada de éxitos desde que dejó atrás el filial del Barcelona y dio el salto al primer equipo culé. Entonces tenía que ganarse el respeto de futbolistas y seguidores porque su caso era uno más de entre los muchos exjugadores que buscan un hueco en los banquillos tras colgar las botas. A base de títulos -incluyendo el icónico y casi irrepetible sextete- y un estilo propio, marcó época en el club de sus amores.
Su trayectoria es de sobra conocida para el lector y es innecesario remarcar todos esos logros que han ido engordando ese envidiable currículo, incluyendo también las tres temporadas en las que comandó al Bayern de Múnich antes de aterrizar en un renovado Manchester City por la llegada de los petrodólares. Cambiar la historia de la Premier League era un aliciente muy goloso y el hecho de tener prácticamente un cheque en blanco para fichar, todo un impulso.

El aficionado del City tiene a Pep Guardiola en un pedestal, y no es para menos dados los buenos momentos que han vivido juntos desde 2016, si bien la realidad es que el catalán nunca hubiera llegado si no lo hubiera hecho antes el jeque Mansour bin Zayed Al Nahayan. Es más, el club estaba lejos de grandes como el United, el Liverpool o el Chelsea y llevaba varias décadas -concretamente desde la campaña 1975/76- sin levantar un título.
La pésima racha de resultados en los dos últimos meses es impropia, extraña y hasta incomprensible: el equipo ha dejado escapar triunfos que tenía muy cerca (véase los partidos frente a Feyenoord o Manchester United) y ha sucumbido contra rivales inferiores como Aston Villa, Sporting de Lisboa, Bournemouth o Brighton. Y no, la baja de Rodrigo Hernández, ganador de la última edición del Balón de Oro, tampoco es justificación... pese a la insistencia del técnico de 53 años.
La duda es razonable
Haciendo un repaso a la prensa británica e incluso española, llama la atención que no haya un clamor respecto al hipotético cese de Guardiola. Esta mala dinámica ha costado un título y la remontada en la Premier League se antoja improbable -su equipo es séptimo con 27 puntos y está a 12 del Liverpool, que además ha jugado un partido menos-. Y la clasificación a la próxima ronda de la Liga de Campeones, en serio peligro.
Más allá de su inmaculada y espectacular trayectoria, hay que tener en cuenta también su reciente renovación hasta 2027. Había serias dudas sobre si aceptaría y finalmente dio el paso, como anhelaba el club, aunque puede que alguno de los dirigentes empiece a entender que hay vida más allá. ¿Mejor o peor? Eso nunca se sabe. Sin ir más lejos, sus vecinos de Old Trafford han sido incapaces de conquistar la Premier y la Champions desde la salida de Alex Ferguson. Y ya hace tiempo...

En una relación larga, de cualquier tipo, lo más sencillo -y también cobarde cuando las cosas no van bien- es no romper dicho vínculo. El miedo a lo que vendrá después, los trámites burocráticos, la sensación de vacío, la angustia... La serie 'Los Años Nuevos', de Movistar+, refleja lo difícil que es desvincularse del pasado y, a su vez, hace ver que la felicidad no tiene por qué estar fuera. ¿Hay algún entrenador libre que mejore a Guardiola? Es hasta inútil gastar energía en encontrarlo.
La cuestión que encabeza este artículo es en parte retórica, aunque el nombre de Diego Pablo Simeone sí que se me viene a la cabeza. Y es que el Atleti tiene algo en común con el City: el crecimiento experimentado desde la llegada del argentino, lo cual provoca que las aficiones y los mandatarios de dichos clubes se sientan en deuda con ellos (pese a estar bien recompensados). Quien seguramente no se mantendría al frente del Real Madrid en una situación tan adversa es Carlo Ancelotti, al que cesaron sólo un año después de ganar la Décima y cuyos esfuerzos nunca parecen ser del todo suficientes.
