En el Bentegodi, el Verona intentó transformar su entusiasmo en goles, pero el Sassuolo respondió con frialdad: así llegó la primera victoria a domicilio de la temporada para los neroverdi, dejando a los scaligeri lamentando las ocasiones desperdiciadas.
Tras caer en el Estadio Olímpico contra la Roma, el Verona regresó al Bentegodi con un objetivo claro: sumar su primera victoria de la temporada ante su público. Enfrente, sin embargo, estaba un Sassuolo regenerado tras sus tres goles ante el Udinese y decidido a sacudirse la etiqueta de equipo frágil fuera de casa, tras dos amargos desplazamientos en este inicio de campeonato.
Al final fueron los neroverdi los que sonrieron: Pinamonti falló el penalti, pero fue el más rápido en el rechace y firmó el 1-0, dando al Sassuolo su primera victoria a domicilio de la temporada y dejando al Verona con las manos vacías pese a su asalto final.
Intenso primer tiempo
El Verona empezó con personalidad, y Giovane se lució en el minuto seis con un derechazo lejano que llamó la atención de Muric, preludio de una tarde en la que el guardameta verdinegro tendría que defender varias veces su portería.
La respuesta del Sassuolo fue inmediata y llevó la firma de Volpato, el más inspirado de su equipo. Primero inventó en la línea de tres cuartos, en el minuto 10 se deshizo de Frese con una facilidad desarmante y liberó a Doig,que chutó mal, haciendo las delicias de Montipò y de su antigua afición. Pocos minutos después llegó la ocasión más clamorosa para los emilianos: Volpato llegó para disparar desde el corazón del área, pero se encontró delante de él a un muro del Gialloblù, Nelsson, que se inmoló y salvó el resultado.
Una vez alejado el peligro, el Verona volvió a asomar la cabeza y lo hizo con vehemencia. Serdar soltó un disparo desde fuera del área, Muric voló y lo desvió a córner. Inmediatamente después, el episodio que sacudió el estadio: Fourneau señaló el punto de penalti por un toque con la mano en el área del Sassuolo, pero el VAR llamó y el árbitro lo anuló, señalando una falta previa de Núñez sobre el portero. De la posible ventaja a la decepción en apenas unos instantes. El Hellas, sin embargo, no se dejó abatir.
El final del periodo fue una embestida del Gialloblù: en el minuto 40, Belghali presionó alto, obligó a Vranckx a cometer un error y el balón rebotó en Orban, amenazando con burlar a Muric. Pocos minutos después, Giovane volvió a ser protagonista, cuando controló un balón complicado y chutó cruzado, encontrando la respuesta del portero en la zambullida. Volvió a intentarlo en acrobacia, pero la conclusión fue demasiado floja. La última palabra, sin embargo, correspondió al Sassuolo: en el último instante, Laurienté se internó por la derecha en un lanzamiento de falta, Montipò voló y salvó a su equipo con la punta de los dedos.
Pinamonti se resarce
La segunda parte tuvo un comienzo lento, pero Giovane sacudió el Bentegodi con un zurdazo repentino: Muric lo vio venir sólo en el último momento y lo despejó con la mano, salvando a su equipo. Era una señal de que el partido podía cambiar en cualquier momento.
Unos instantes después, el Sassuolo respondió con los recién llegados. Thorstvedt recogió el balón en el borde del área y chutó audazmente hacia la portería. La acción terminó con un contacto que llevó a Fourneau a señalar el punto de penalti, pero el VAR corrigió porque la falta se produjo fuera del área, sólo un tiro libre. Pierini lo intentó, pero su derechazo se estrelló contra la barrera del Gialloblù.
A partir de entonces fue un asedio de los Scaligeri. Con la obligación de intentarlo, el Verona elevó su centro de gravedad y se lanzó al ataque. Orban lo intentó con un derechazo venenoso en el área, Muric blocó a córner. En el siguiente saque de esquina, el cabezazo de Akpa Akpro volvió a encontrar los guantes del guardameta verdinegro.
Los últimos 10 minutos fueron puro fuego: ritmo alto, presión constante, el equipo de Zanetti puso orgullo y carácter al partido, pero no fue suficiente. El Sassuolo resistió con orden, sufrió pero aguantó, y al final se trajo su primera victoria a domicilio de la temporada: la segunda consecutiva en liga, que vale nueve puntos.
Para el Verona, en cambio, faltó concreción. La clasificación sigue siendo amarga, con sólo tres puntos tras seis partidos, y el 17º puesto empieza a pesar.
Jugador Flashscore del partido: Muric (Sassuolo).