Fanático del rock en español, de brazos tatuados y convencido del juego ofensivo como clave del éxito, el director técnico de 65 años solo suma un trofeo en 10 años: el campeonato de la región brasileña de Mineiro en 2020.
En otros clubes su rendimiento estuvo marcado por escándalos dentro y fuera de los estadios, principalmente por su fuerte temperamento.
Con el recuerdo vivo de ese logro con Mineiro, Sampaoli regresó en septiembre al club de Belo Horizonte, que disputará la Sudamericana ante Lanús.
"El torcedor (fanático) tiene un sentir muy similar al mío", dijo en una mezcla de español y portugués durante su presentación.
Inquieto en el banquillo, donde gesticula y camina de lado a lado, el argentino tendrá en el estadio Defensores del Chaco de Asunción la oportunidad de sacarse de encima el peso de sus decepciones recientes en la selección de su país y equipos de España, Brasil y Francia.
Como Nietzsche
De ganar el duelo ante el Granate de la provincia de Buenos Aires, será la segunda Sudamericana de Sampaoli tras la que conquistó con Universidad de Chile en 2011. Luego de ese título, fue elegido para liderar la selección del país austral, con la que obtuvo la Copa América en 2015.
Pero aunque el estilo de este seguidor de Marcelo Bielsa empezó a resonar en la región y en Europa gracias a esos logros, su fortuna mermó en la última década.
De Sevilla, su primera escala en el Viejo Continente, se marchó repentinamente en 2017 para intentar ganar el Mundial de Rusia el año siguiente con la Argentina de Lionel Messi. El equipo español consideró una "falta de respeto" que la Albiceleste lo contratara cuando tenía un vínculo vigente con el club.
Su apuesta salió mal, pues el sueño mundialista resultó en un rotundo fracaso en el que él es considerado el mayor responsable.
Sin embargo, su estilo teatral de vivir los partidos y su vocación de ataque convenció a más clubes. El mismo Sampaoli reconoce que su forma de actuar es una muestra de su "ansiedad".
"Necesito estar pensando en movimiento porque es un tema ya personal, analizo mejor caminando y moviéndome", dijo en 2021. "Creo que Nietzsche pensaba caminando también", soltó en referencia al filósofo alemán.
Tras su paso por Argentina, llegó al Santos y se marchó en 2019 peleado con su jefe, luego renunció al Olympique de Marsella en 2022 molesto por la falta de contrataciones y regresó a Nervión para salir por la puerta trasera por segunda vez en 2023.
"Todo el mundo lo ama"
En Flamengo, el club más popular de Brasil, fue despedido ese mismo año luego de varios actos polémicos, como pelear con el laureado Arturo Vidal. Después de marcharse del Mengão, el mediocampista chileno se refirió a Sampaoli como un "perdedor que no valora a los jugadores".
En el Stade de Rennes francés dirigió solo 10 partidos entre 2024 y 2025 antes de ser despedido por su flojo rendimiento.
Con ese historial de tormentas, Mineiro lo recibió de nuevo. Al regresar, Sampaoli aseguró que llegaba "con más experiencia para manejar a los jugadores".
"La afición lo quería, él lo quería", dijo Rubens Menin, principal accionista del Galo. "Le gusta mucho el equipo", indicó.
El delantero Hulk, ídolo de Mineiro, reconoció en una entrevista con Globo Esporte: "Aquí todo el mundo lo ama a él como entrenador".
Muy populista, Jorge confesó su amor por la hinchada del Mineiro, con la que comparte un mismo "sentimiento", y prometió "protagonizar desde el balón" para llegar al triunfo.
