"Desde el comienzo de su carrera como entrenador en Turquía, José Mourinho, del Fenerbahçe, ha hecho declaraciones despectivas contra el pueblo turco. Hoy, su discurso ha ido más allá de meros comentarios inmorales para convertirse en una retórica inequívocamente inhumana. Declaramos formalmente nuestra intención de iniciar acciones penales en relación con las declaraciones racistas de José Mourinho y, en consecuencia, presentaremos denuncias oficiales ante la UEFA y la FIFA. Además, observaremos de cerca la postura adoptada por el Fenerbahçe -una institución que profesa defender 'valores morales ejemplares'- en respuesta al reprobable comportamiento mostrado por su entrenador", rezaba el comunicado del Galatasaray.
Se trata de las declaraciones de José Mourinho tras el empate contra el Galatasaray. El derbi de Estambul, correspondiente a la 24ª jornada de la liga local, fue dirigido por Slavko Vincic, un árbitro extranjero, concretamente esloveno, y al final el técnico portugués le dio las gracias, lo que provocó la reacción de su rival.
"Si fuera turco le habría sacado amarilla"
"Tengo que dar las gracias al árbitro, ha sido el responsable del buen partido. El objetivo del Galatasaray era sacar una tarjeta amarilla al jugador de 18 años en el segundo 20. Si hubiera sido un árbitro turco, le habría sacado amarilla a Yusuf Akçiçek en el primer minuto y yo habría tenido que sustituirle a los cinco minutos", declaró sobre el joven central que jugó con el Fenerbahçe.
Y añadió: "En la situación que he comentado, todos los que estaban en el banquillo rival saltaban como monos. La actuación del árbitro fue de primera".
El Galatasaray lidera la liga turca con 64 puntos, seis más que el Fenerbahçe, segundo, a falta de 12 partidos por disputar.