Cualquier partido entre estas dos potencias europeas vecinas siempre resulta atractivo, pero lo cierto es que el duelo ha perdido mucho brillo al tratarse de una 'final de consolación' ya en el término de una larga y exigente temporada.
Para algunos jugadores se trata incluso de un trámite incómodo cuando deben afrontar la próxima semana un largo desplazamiento a Estados Unidos para el Mundial de Clubes.
Francia liberó de la convocatoria a tres de sus hombres en esa circunstancias aquejados de pequeños problemas físicos.
Por ello, Ousmane Dembélé, el elegido como mejor jugador de la recién terminada Liga de Campeones y vencedor en la misma con el París Saint-Germain, no estará en el choque de Stuttgart, después de haberse desesperado en la semifinal perdida 5-4 ante España frente a Unai Simón.
También es baja su compañero de club Bradley Barcola y el defensa Clement Lenglet, del Atlético de Madrid.
La ausencia de Lenglet complica todavía más la labor en defensa para Didier Deschamps, que llegó herido en esa línea a esta Final Four por las ausencias de los lesionados Jules Koundé, Dayot Upamecano y William Saliba.
"Interés relativo"
"Haré muchos cambios" para este partido de "interés relativo", avanzó Deschamps este sábado en su conferencia de prensa.
"Ante España tuvimos muchas ocasiones, pero nos hicieron cinco goles. Es una cuestión de equilibrio. La mayoría son jugadores jóvenes", apuntó.
Algo parece seguro: el capitán de los Bleus, Kylian Mbappé, continuará en el once titular, en busca por fin de un partido que le haga brillar con su selección, algo que se le resiste desde hace más de un año.
"Está acostumbrado a jugar en esa posición en el ataque, es muy eficaz. No es el mejor goleador europeo por casualidad", señaló Deschamps, en alusión a la Bota de Oro ganada por Mbappé en su primera temporada en el Real Madrid.
Presión para Nagelsmann
Con algo más de presión afrontará el partido Alemania, que es la anfitriona de esta Final Four y que querrá dar una alegría a sus aficionados, especialmente después del resbalón 2-1 de la semifinal ante Portugal.
Hace un año la Mannschaft se quedó en cuartos de final en su Eurocopa y sigue intentando buscar su camino, pensando sobre todo en el Mundial del próximo año.
En el recuerdo de los alemanes sigue fresca la gran victoria (2-0) en un amistoso el año pasado en Lyon, una actuación que pretende repetir ahora en Stuttgart.
La victoria ante los franceses, además del prestigio y del honorífico tercer puesto, daría algo de tranquilidad al seleccionador Julian Nagelsmann, que sigue sin encontrar la fórmula para hacer a la selección alemana grande de nuevo.