Europa fue el último equipo en ganar una Ryder Cup fuera de casa, con su triunfo en 2012 en el Medinah Country Club de Illinois. Desde entonces, el equipo anfitrión se ha impuesto en cinco ediciones consecutivas, y las dos últimas celebradas en Estados Unidos terminaron con duras derrotas para los europeos.
"Siempre que la Ryder Cup se juega fuera de casa, creo que seguimos siendo los menos favoritos. Es un reto enorme, pero no imposible", McIlroy comentó a Sky Sports antes del BMW PGA Championship de esta semana.
"Creo que hay una oportunidad, pero tenemos que acertar con la planificación. Tenemos que asegurarnos de que todos estamos preparados para lo que viene, pero pienso que Luke Donald lo tiene todo bajo control y estoy seguro de que ha pensado en cada posible escenario, así que en ese aspecto estamos bien".
La mayoría del equipo de Donald está compitiendo en el BMW PGA Championship esta semana y tienen previsto realizar un viaje de entrenamiento de dos días a Bethpage Black después del torneo.
"El viaje de entrenamiento será importante para nosotros como equipo por muchas razones, pero también creo que el resto de esa semana será clave para que cada uno haga lo que necesita", dijo McIlroy.
"Todos somos deportistas individuales, cada uno tiene sus rutinas, así que haremos lo que sea necesario para estar al 100% listos".
El norirlandés, que ganó el Abierto de Irlanda el domingo, también opinó sobre los comentarios acerca de que los fabricantes de la ropa de la Ryder Cup del equipo de Estados Unidos habrían utilizado la silueta de un golfista parecido a McIlroy en una de sus camisetas.
"Se parece más a Adam Scott que a mí, pero sí, tiene cierto parecido", comentó el jugador de 36 años.
Al preguntarle sobre la posibilidad de que los aficionados de Estados Unidos lleven una camiseta con su imagen, añadió: "No pasa nada. Está bien. No me molestaría".