Más

Las lesiones fuerzan la retirada de Orlando Ortega a los 34 años

Orlando Ortega
Orlando OrtegaDaniel Cole / POOL / AFP

El cubano nacionalizado español vivió su mejor momento consiguiendo la plata en los 110 metros vallas de los Juegos de Río 2016.

Orlando Ortega dice adiós al atletismo, de una manera muy distinta a la que le hubiera gustado, que es "en la pista al 100%". El hispano-cubano ha transmitido sus sentimientos por esta decisión mediante una extensa carta publicada en su cuenta de Instagram.

"Querido atletismo. Una más, otra vez llegó cuando menos lo esperaba, cuando menos lo quería y cuando menos lo necesitaba. El sufrimiento tiene un límite, no siempre se puede poner la salud en juego ni pasarlo mal por no poder hacer lo que tanto me apasiona. Una nueva lesión adelanta lo que ya era un objetivo en mi cabeza, retirarme en la pista al 100%. Lamentablemente, no pudo ser, pero me quedo con la satisfacción de haberlo intentado. Me despido de la alta competición, mas no del amor por este deporte", arranca la misiva.

A lo largo del escrito, el cinco veces campeón de España en 110 metros vallas y cuatro en 60 metros obstáculos bajo techo deja claro que ha tomado esta determinación, sobre todo, por culpa de las constantes lesiones que le han limitado en los últimos tiempos.

"Con este capítulo, lleno de momentos inolvidables. Me retiro con la cabeza en alto, orgulloso de mi carrera deportiva y sabiendo que, gracias a Dios, pude lograr lo que muy pocos han podido lograr dentro del atletismo. Me voy con ganas de seguir porque mi espíritu siempre ha sido y será el de un ganador y un gran competidor. Mi amor por este deporte es tan grande que sería capaz de sacrificar mi vida entera, pero no puedo seguir siendo egoísta conmigo mismo, ni con mi familia, que también se ha sacrificado mucho en busca de mi sueño, un sueño que ya he cumplido con creces, pero las ganas de seguir no me dejaban darme cuenta de ello. He aprendido lo suficiente como para entender que, a pesar de haber sido por una lesión, este es el mejor momento para decir ADIÓS", prosigue la carta.

Ortega cuelga los clavos con un palmarés envidiable, habiendo sido dos veces campeón de la Diamond League en 2016 y 2019, tercero en los Mundiales de Doha de 2019 y tercero en los Europeos de Berlín de 2018, además de haberse colgado la plata olímpica en Río 2016.

Carta completa de Orlando Ortega

"Querido atletismo. Una más, otra vez llegó cuando menos lo esperaba, cuando menos lo quería y cuando menos lo necesitaba. El sufrimiento tiene un límite, no siempre se puede poner la salud en juego ni pasarlo mal por no poder hacer lo que tanto me apasiona. Una nueva lesión adelanta lo que ya era un objetivo en mi cabeza, retirarme en la pista al 100%. Lamentablemente, no pudo ser, pero me quedo con la satisfacción de haberlo intentado. Me despido de la alta competición, mas no del amor por este deporte.

Con este capítulo, lleno de momentos inolvidables. Me retiro con la cabeza en alto, orgulloso de mi carrera deportiva y sabiendo que, gracias a Dios, pude lograr lo que muy pocos han podido lograr dentro del atletismo. Me voy con ganas de seguir porque mi espíritu siempre ha sido y será el de un ganador y un gran competidor. Mi amor por este deporte es tan grande que sería capaz de sacrificar mi vida entera, pero no puedo seguir siendo egoísta conmigo mismo, ni con mi familia, que también se ha sacrificado mucho en busca de mi sueño, un sueño que ya he cumplido con creces, pero las ganas de seguir no me dejaban darme cuenta de ello. He aprendido lo suficiente como para entender que, a pesar de haber sido por una lesión, este es el mejor momento para decir ADIÓS.

Quiero dar las gracias a toda mi familia y amigos, a mis padres Vianca y Orlando por criar a un guerrero que nunca se ha dado por vencido, gracias porque con vuestro ejemplo y crianza he logrado ser la persona que soy hoy en día, estoy muy orgulloso de vosotros. A todos los que, de una forma u otra, han hecho posible este gran sueño. A mi tierra Artemisa, que me vio nacer, allí donde di mis primeros pasos; donde, a nombre de ‘Pocholo’, pasaba corriendo por sus calles a gran velocidad. Gracias mi pueblo por el apoyo desde lejos, pero siempre presente en mi corazón, cuna de grandes deportistas como Cristina Hechavarría Hechavarría; abuela, espero que en paz descanses donde quiera que estés. Cumplí mi promesa y puse mi nombre en la historia del atletismo. Mis medallas junto a las tuyas, tal y como prometí ese día cuando aún ni sabía todo lo que podría significar entregar toda mi vida al atletismo. Hemos puesto el listón de la familia muy alto: medalla olímpica, mundial, europea y logré ser campeón de dos Ligas de Diamante, no se puede pedir más.

Carta de retirada de Orlando Ortega
Carta de retirada de Orlando OrtegaIG: Orlando Ortega

A la RFEA, al CSD y al COE, gracias por la oportunidad y el apoyo siempre. A mi club de toda la vida, el CAVA Ontinyent, que junto a Vicente Revert, Manuel Cortés, Frank Molla, Héctor Moral y toda mi familia de Ontinyent y la gran familia del club, entrenadores y directivos, que hicieron posible que desde el primer día me sintiera parte de este gran proyecto. Mi segundo hogar, Ontinyent, un pueblo hermoso y lleno de calidad humana, me acogieron como uno más y lograron hacerme sentir como en casa, gracias por tanto cariño todos estos años. A Toñi Martos, gracias, has hecho un gran trabajo ayudándome con mi salud mental, sin tu ayuda estos últimos años, creo que ni esta carta hubiera sido capaz de escribir. Gracias por ayudarme a controlar mi mente y mis sensaciones antes, durante y después de cada carrera, Comenzamos a trabajar cuando más lo necesitaba y, para mí, esa fue también una gran victoria. Planeamos terminar de otra manera, en la pista, pero el destino nos jugó una mala pasada.

Millones de gracias a mis dos pilares fundamentales en toda mi carrera, con quienes he compartido experiencias inolvidables e incluso logramos crear juntos los tres un gran equipo de trabajo. Gracias mi padre, Orlando Ortega, y a Antonios Giannoulakis. Perdonadme por darles tanto trabajo y más en esos días donde no podía ni mover los brazos, pero ustedes estaban ahí, su exigencia y dedicación me hicieron más fuerte, me ayudaron a confiar cada día más y, sobre todo, juntos logramos nuestras metas en cada carrera.

A mi esposa e hija, os amo con locura; al final lo hemos conseguido. Gracias a ti, he logrado la medalla más grandiosa de este mundo, el trofeo más valioso del universo, nuestra hermosa hija. Te amo, me siento muy orgulloso de ti y te pido perdón por los días de estrés y sufrimiento que has tenido que pasar. Prometo recompensártelo cada día, te amo.

Atletismo, llegó el momento de verte y disfrutarte desde otro punto de vista. Me llevo conmigo el orgullo de poder mirar hacia atrás y ver que he luchado con pasión, al igual que ahora miro al futuro con la misma intensidad e ilusión. Mentiría si dijera que no es el momento más difícil y doloroso de mi carrera deportiva, pero todo pasa por algo, todo llega y todo termina. Lo único que quedará ahí para siempre es todo lo que hemos logrado, que me llena de orgullo pensar que, de tantos atletas que hay en el mundo, me tocó a mí la dicha de disfrutar de una carrera deportiva tan grande como la que he vivido. ¿Qué podría haber sido mejor? Sí, seguramente, no tengo la menor duda de eso, pero es algo que ya no se sabrá jamás. De lo que sí estoy seguro es que he dejado todo mi corazón en cada carrera, pero ahora es tiempo de que mi espíritu conquiste nuevos horizontes.

La leyenda continúa, aunque la historia de mi carrera deportiva se escriba en otro capítulo.

Atentamente: Orlando Ortega".