Según fuentes internas del club, las propuestas que River le presentó fueron rechazadas repetidamente por la representación del jugador, encabezada por Martín Guastadisegno, que ya tenía definido su destino europeo. Aunque en algún momento se vinculó al juvenil con el Inter, en Núñez dan por hecho que será el Parma quien se quede con su ficha en condición de libre.
Un talento que deja huella
Scarlato no es un jugador más en las divisiones juveniles. Su desempeño lo llevó a integrar de forma constante las convocatorias de selecciones juveniles de la AFA y recientemente se consagró campeón de la Copa UC en Chile con la Sub 16, compartiendo plantel con otros talentos de River que sí firmaron su contrato profesional.
En el club reconocen que el joven posee un potencial destacado, pero que, pese a los esfuerzos realizados —incluso a través de gestiones con la AFA para intentar revertir la situación— su salida ya parece definitiva.
Contexto del fenómeno
La situación de Scarlato refleja un patrón que se repite en el fútbol argentino: jóvenes promesas que optan por marcharse al exterior antes de firmar contrato profesional. Hace apenas dos semanas, un caso similar se dio con Milton Pereyra, juvenil de Boca Juniors que se sumó al Napoli bajo las mismas condiciones.
Con la partida de Scarlato, River pierde a una de sus figuras más prometedoras antes de poder consolidarla en el plantel profesional, una nueva advertencia sobre la competencia que enfrentan los clubes argentinos para retener a sus talentos ante ofertas europeas.