"La calidad del agua sigue degradada debido a un contexto hidrológico desfavorable: lluvias, caudal elevado, poca luz solar, temperaturas inferiores a las habituales en esta época y una contaminación río arriba", precisó el ayuntamiento.
El estado del río Sena es uno de los asuntos que más quebraderos de cabeza ha dado a la organización de los Juegos en los últimos meses. Allí se deberían desarrollar las pruebas de natación en aguas abiertas, pero resultaría potencialmente peligroso para la salud de los atletas. Hace unas semanas, se llegó a reconocer que no existía un 'Plan B' en caso de que no se pudiera nadar ahí.