Los triunfos del Barcelona, en Mallorca, y del Real Madrid, en su propio estadio, no estuvieron exentos de polémica. Pasan las temporadas, los árbitros dejan de ser conocidos por sus dos apellidos -o eso pretende la RFEF, que ahora quiere que se tenga en cuenta el nombre de pila-, la teconlogía avanza a un ritmo feroz... y la controversia se mantiene.
Los azulgranas disfrutaron de una doble superioridad numérica durante más de 45 minutos y, además, marcaron un gol que ha suscitado cierto debate por la necesidad -o no- de interrumpir el encuentro a raíz del mareo de Antonio Raíllo. Con reglamento en mano, la pequeña conmoción cerebral que afectó al central tendría que haber evitar el tanto de Ferran Torres.
La jugada del 1-0 del Madrid fue más decisiva si cabe, ya que los blancos no volvieron a encontrar las redes de la portería rojilla. El campeón del mundo con Francia y ex del PSG fue derribado dentro del área por Juan Cruz, que anteriormente recibió un -involuntario y leve, pues se levantó de inmediato- pisotón del propio delantero.
Según destaca Opta, esta última oportunidad de la que gozó el plantel merengue desde los 11 metros fue la número 85 desde el arranque de la temporada 2016/17, lo que supone una ventaja sustancial respecto a las 61 a favor de la escuadra culé y las 51 que ha tenido el Atlético de Madrid hasta la fecha.