Los neozelandeses realizaban el Haka, la danza tradicional ya considerado un ritual antes de cada partido, que mezcla movimientos vigorosos, rostros expresivos, amenazantes y golpes en el pecho, cuando se produjeron varios incidentes en el estadio Ellis Park.
"Las confusiones ocurrieron como resultado de problemas del cronometraje a respetar y de un simple error humano", expresó el presidente de la Federación Sudafricana, Rian Oberholzer, en un comunicado.
Los últimos instantes del Haka se vieron perturbados por una música acompañada de fuegos artificiales y del paso de un avión.
Un ingeniero de sonido habría interpretado de forma equivocada los aplausos de los cerca de 62.000 espectadores como la señal de que el Haka había concluido y dio paso a la música.
El Haka, que se remonta a la primera gira de los All Blacks en Europa en 1905, se ejecuta por los jugadores neozelandeses después de los himnos nacionales y antes del inicio de cada partido internacional que disputan.
"Nunca fue nuestra intención programar cualquier actividad que coincidiese con un momento tan icónico de un test contra los All Blacks", añadió Oberholzer.
"Apreciamos mucho los valores y las tradiciones del juego. Este desafortunado incidente no representa en modo alguno una falta de respeto del rugby sudafricano por la importancia y la historia del Haka".
Sudáfrica, vigente campeona del mundo, ganó ese partido 31-27. Ambos equipos volverán a verse las caras el domingo.