La victoria en el Rod Laver Arena dio a Siniakova y Townsend su segundo título de Grand Slam tras su triunfo en Wimbledon el año pasado, mientras que fue el décimo título grande para la checa, número uno del mundo en dobles.
"Muchas gracias a Taylor, nos estamos divirtiendo y eso es lo más importante, así que gracias por jugar conmigo. Lo estoy disfrutando de verdad", declaró Katerina tras levantar el trofeo con su compañera estadounidense.
Para su compañera, la victoria fue un momento de círculo completo en su carrera después de que ganara el título como júnior en ese mismo escenario allá por 2012.
"Esto es superespecial para mí, la última vez que jugué en esta pista tenía 15 años", dijo.
"Este torneo fue el inicio de poder vivir mi sueño. Sinceramente, no pensaba que fuera posible para mí estar jugando en este escenario", agregó la estadounidense tras el encuentro.
La pareja ganadora dispuso de varias oportunidades de rotura en los compases iniciales y finalmente logró un punto de break para ponerse 2-1 arriba, mientras Hsieh y Ostapenko luchaban con su servicio.
Las terceras cabezas de serie se encontraron rápidamente 5-1 abajo y nada pudieron hacer para remontar el set.
"No está mal"
En la segunda manga, tras un intercambio de breaks, Townsend volvió a ser efectiva en la red con un smash por encima de la cabeza que les dio una ventaja de 4-3 antes de que Siniakova mantuviera su servicio para ponerlas a un juego del título.
Pero Ostapenko y Hsieh, que participaban en su segundo torneo como pareja, rompieron en el décimo, cuando Townsend servía para el título.
Una frustrada K. Siniakova tiró su raqueta al suelo antes de que llegara el empate vía tie-break. La checa perdió entonces la compostura y cayó en el juego inaugural del tercer set con tres dobles faltas.
Pero rápidamente volvieron a romper y Katerina convirtió un punto de ruptura crucial para ponerse 5-3 arriba.
Esta vez, la europea sirvió para el título y, a pesar de otra doble falta con tres puntos de campeonato, pudo sellar la victoria junto a la norteamericana, que lanzó una volea a la red por el centro para ganar en dos horas y 27 minutos.
"Creo que para ser nuestro segundo torneo, jugar una final de Grand Slam no está mal", dijo Ostapenko.
"Espero que, juntas, haya muchos más trofeos para nosotras", indicó.