El malagueño sigue de dulce y continúa firmando la mejor temporada de su carrera. Ya está en los octavos del Masters 1000 de París tras imponerse por 7-6(5) y 6-4 a Arthur Cazaux.
Tras perder la final del ATP 500 de Basilea ante Fonseca, mostró solidez mental al levantar cuatro bolas de rotura, dos de ellas cuando servía para cerrar el partido.
Pesadilla francesa
Fue su segundo triunfo del torneo ante un rival local, ya había eliminado a Valentin Royer en primera ronda. El español dominó con el saque (66% de primeros servicios por 54% del francés), aunque cometió más errores no forzados y menos golpes ganadores.
En una campaña en la que ya ha disputado cuatro finales, supo gestionar los momentos decisivos y la presión del público para igualar su mejor resultado en París.
Su próximo rival será Alexander Zverev, vigente campeón, al que solo ha derrotado una vez en seis enfrentamientos previos.
